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Muchos machos para una hembra

Siguiendo de cerca a estas serpientes los biólogos han conseguido conocer por primera vez la vida amorosa de las anacondas. Han descubierto que en la actividad sexual de las anacondas se cumple una máxima: cuantos más participantes, mejor. En la época de reproducción, que acaba de empezar en Los Llanos, es posible encontrar a una única hembra entre lazada con hasta 12 machos -mucho más pequeños- en una masa apelotonada conocida como bola de apareamiento. Los investigadores dicen que las, hembras parecen pérmanecer en una laguna, visitadas y cubiertas por hasta 17 consortes, durante un período que llega hasta cuatro o seis semanas."Eso sí que es estimulación previa", bromea Jesús Rivas, ecólogo de la Universidad de Tennessee, en Knoxville, que ha llevado a cabo gran parte del trabajo de campo junto con María Muñoz, ecóloga de la Universidad Simón Bolívar, de Caracas.

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El descubrimiento de las bolas de apareamiento plantea numerosas preguntas; entre ellas, cuál de los machos es realmente el padre y qué es lo que hacen las serpientes en esos montones durante tanto tiempo. Para comenzar a responder a esas preguntas Rivas extrae sangre de las hembras, machos y crías para determinar la paternidad mediante pruebas de ADN. Los investiga dores también implantan radio transmisores en las serpientes jóvenes para conocer su destino, que en muchos casos consistirá probablemente en convertirse en aperitivo de los caimanes que pueblan las mismas aguas.

Gestación

Para las hembras, el medio año de gestación es una experiencia muy dura. Mientras están preñadas, comen poco o nada. Pero estas hembras en ayunas dice Bill Holinstrom, otro investigador del proyecto, pueden parir hasta 78 o más crías. Después del parto, el peso de la hembra puede bajar hasta casi la mitad. Dos de los biólogos, Rivas y Muñoz, decidieron realizar un estudio de las hembras gestantes. Para asegurarse de que las serpientes estaban realmente preñadas tuvieron que establecer una especie de consulta tocológica para reptiles, donde examinaban a las futuras madres mediante ultrasonidos.Para tratar de determinar el territorio que ocupa una anaconda, los biólogos colocaron radiotransmisores a las serpientes. Durante la estación seca, las serpientes se mueven por una zona' regular a la que vuelven todos los años. Según los investigadores, los machos -más pequeños que las hembras- y las hembras no preñadas parecen limitarse a una zona de unas 20 hectáreas. Por su parte, las hembras preñadas, que son las anacondas más grandes y voluminosas, se conforman con poco más de mil metros cuadrados hasta que nacen las crías, y toman el sol en las riberas mientras su cuerpo se hace cada vez más robusto

Copyright 1996, NY Times News Service.

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