Conmoción en Colombia por las atroces imágenes de la matanza de soldados

Aunque la violencia se ha convertido en el pan de cada día, Colombia quedó conmocionada ayer por las imágenes de los soldados masacrados el lunes por la guerrilla. Los 45 militares, 31 de los cuales murieron, tenían por misión vigilar un tramo del oleoducto trasandino en una zona montañosa al sur del país. Por la tarde, cuando regresaban a su base, fueron sorprendidos con el estallido de barriles con dinamita. Tres de los seis vehículos de la caravana militar ardieron. Un tramo del oleoducto voló y los soldados, empapados en petróleo, murieron abrasados por las llamas.

Los soldados, entre 18 y 22 años, estaban a punto de terminar su servicio militar obligatorio. Todos eran pobres, todos de origen campesino. Sus madres miraban ayer al cielo y en medio del llanto confesaron a los periodistas no saber qué hacer sin ese hijo que les daba la sal de la vida". En Colombia se está agotando la capacidad de indignación y de dolor. Hoy son soldados, ayer campesinos masacrados por los paramilitares, mañana puede suceder cualquier cosa.Y mientras el Gobierno trataba de vender al Congreso la idea de prorrogar el estado de conmoción interna (estado de excepción) para dictar medidas radicales con que hacer frente a la demencial violencia, desde distintos sectores arrecian las críticas al presidente. Se le acusa de no gobernar.

El Consejo Gremial, que agrupa a los 15 sectores productivos más importantes del país, endureció su tono. Ayer, el presidente de la Sociedad de Agricultores confirmó lo que se venía diciendo en voz baja: los empresarios piensan negociar con el presidente Ernesto Samper para que deje el cargo dignamente. Lo plantean como un ultimátum. Desde el partido de gobierno, el Liberal, también se endurecen las posiciones. Critican la política de orden público y aseguran que "los presidentes se van, los partidos quedan". "Cualquier salida a la crisis pasa por la salida de Samper", afirmó Luis Guillermo Giraldo, de la dirección nacional de este partido.