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El Gobierno de EE UU demanda a Mitsubishi por masivo acoso sexual

Entre 100 y 500 mujeres sufrieron ataques e insultos de compañeros y superiores

Antonio Caño

El Gobierno estadounidense ha iniciado un pleito contra la compañía Mitsubishi por lo que parece ser el mayor caso de acoso sexual ocurrido nunca en Estados Unídos. Según la acusación de una agencia federal, al menos un centenar de trabajadoras de la planta de automóviles de esa marca japonesa en Illinois han sido desde hace años, sometidas a un tratamiento ultrajante y discriminatorio por parte de sus compañeros hombres y de sus superiores de ese mismo sexo. Los demandantes solicitan para las afectadas más de 1.200 millones de pesetas de indemnización.

La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, la agencia oficial que ha denunciado el caso ante la justicia, asegura que, desde hace años, numerosas empleadas de la factoría de Mitsubishi en Normal (Illinois), que pueden oscilar entre un centenar y 500, estaban siendo "insultadas, manoseadas y amenazadas" por otros trabajadores y jefes, sin que la empresa lo impidiese.La factoría de Illinois tiene 4.000 trabajadores, de los que 800 son mujeres. Sólo 70 trabajadores son japoneses.

Un portavoz de la Comisión dijo que las mujeres se han quejado de insultos tales como "puta, perra" y otros que esa misma fuente no se atrevió a repetir. Cuando algunas empleadas se quejaron de ese tratamiento, se les amenazó con el despido.

En la denuncia ante los jueces, se recogen casos como el de una mujer al que un hombre le disparó una pistola de aire comprimido entre sus piernas, y el de un trabajador que encontró escrito en las paredes del cuarto de baño una descripción de la supuesta participación de su esposa en una escena de sexo en grupo con varios trabajadores de la factoría.

Las primeras quejas sobre acoso sexual en esa planta fueron presentadas en 1993 por un grupo de 26 mujeres que pidieron la intervención de la dirección de la empresa para cortar los malos tratos y la discrimación contra ellas. La empresa abrió una investigación que se saldó con un informe en el que se negaban las acusaciones.

Insistencia

Según la denuncia, las trabajadoras tuvieron que consentir las agresiones sexuales para obtener o mantener su puesto de trabajo, mientras algunas fueron forzadas a dimitir cuando se negaron:

Las mujeres, que protestan también por diferencias de trato en la política de ascensos y salarios, continuaron su batalla en la arena judicial, y consiguieron el respaldo de otras mujeres de la factoría que denunciaron acosos similares a los que ellas habían sufrido.

Como consecuencia de esa masiva protesta, la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo investigó por su parte la situación y concluyó que se trataba del "mayor caso de acoso sexual desde la aprobación del Acta de Derechos Civiles en 1964".

Gary Shult, vicepresidente de Mitsubishi en Estados Unidos, ha negado todos los cargos contra la compañía, y ha asegurado que la denuncia está motivada por razones políticas, con objeto de ganar el voto de las mujeres en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre. Tratando de desmentir ese argumento, la Comisión ha recordado que la investigación fue iniciada en 1994 por quien entonces era su presidente, Gaul Silbermann, un republicano nombrado por el presidente Ronald Reagan.

El año pasado, la misma agencia oficial presentó una denuncia similar contra una factoría de cosméticos en el que sus empleadas se quejaban de acosos sexuales. La empresa aceptó indemnizar a las trabajadoras con 1,2 millones de dólares para evitar el juicio.

La Comisión ha decidido seguir adelante en su causa contra Mitsubishi, pese a los problemas políticos que pueda originar -el presidente Bill Clinton viaja a Japón la próxima semana- para que este caso sirva de lección en otras empresas. "Este hecho debería enviar un claro mensaje de que el acoso sexual en el trabajo no será tolerado, especialmente cuando alcanza niveles como los que se han visto aquí", afirmó el portavoz de la Comisión, Paul Igasaki, precisamente de origen japonés.

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