Una carnicería de Valdemorillo servía de tapadera para una red que ocultaba 11.000 pastillas de 'extasis'

La carnicería Tetuán de Valdemorillo (3.989 habitantes) era una tapadera de diseño. El lugar, dedicado a la venta de carne sacrificada según el rito musulmán, servía, según la Policía Judicial, para distribuir éxtasis. Los agentes han detenido a tres marroquíes en relación con esta red -uno de ellos, menor de edad- y se han incautado de 11.000 pastillas de éxtasis. La investigación, a cargo del Grupo XVI de la Brigada de Policía Judicial, se inició en noviembre pasado. Los primeros datos apuntaban a que los implicados recibían hachís oculto en la carne que importaban de Marruecos. Parte de la droga, según el relato policial, era enviada a Holanda, donde se canjeaba por éxtasis. Las detenciones se efectuaron a mediados de la pasada semana. El primer sospechoso arrestado fue Hassan H., de 27 años, quien escondía en el maletero de su coche 11.200 pastillas, lo que en el mercado hubiera supuesto unas 44.000 dosis. La droga se la había facilitado Abdeslam B., de 35 años, quien fue capturado cuando huía de la carnicería al volante de un Opel Kadett. Llevaba más de un millón de pesetas en metálico. Dentro del establecimiento fue detenido el menor. "Abdeslam era el encargado de la contabilidad, así como de la custodia de los alijos; Hassan, de los contactos y transacciones con los compradores españoles, y el menor, de la manipulación de la mercancía", señaló la nota de la Jefatura Superior de Policía.

Con todo, uno de los sospechosos consiguió escapar del cerco tras una persecución -por El Escorial, Galapagar y Villalba- en la que dejó en la cuneta a un coche de la policía.

El alijo de éxtasis incautado constituye el mayor golpe asestado hasta la fecha por la Policía Judicial madrileña contra las nuevas mafias del narcotráfico. Una de las dificultades mayores en la lucha contra las drogas de diseño reside en la dispersión de los alijos -repartidos en diferentes pisos-, que impide descubrir grandes cantidades de una sola vez (véase EL PAÍS del 17 de marzo). Asimismo, esta captura confirma el anunciado establecimiento de redes de importación clandestinas para estos nuevos estupefacientes.