González dice en Turín que pronto volverá a gobernar tras la dulce derrota"

ENVIADO ESPECIALVino a Turín para despedirse pero lo primero que hizo fue anunciar que no tardará en regresar. Cuatro semanas después de que concluyese la campaña electoral en España, Felipe González volvió a dar un mitin pero lo hizo esta vez en Italia, dónde el 21 de abril se celebrarán elecciones legislativas. A sus correligionarlos italianos les tranquilizó contándoles que la derrota socialista española había sido "dulce" y, además, no sería duradera.

González empezó su último viaje al extranjero como presidente en funciones respaldando con su presencia a Massino d'Alema, líder del Partido Democrático de la Izquierda (socialista), junto con otros dirigentes socialdemócratas, como el canciller austriaco, Franz Vranizky, o el alemán Rudolf Scharping. Fue el más aplaudido de los oradores extranjeros e italianos, con la excepción de D'Alema, por los 1.500 militantes que abarrotaban el local.

Su discurso fue además una profesión de fe europea. Reiteró que "los problemas de Europa no se resuelven con menos Europa sino con más". Ahora tiene por delante "un proyecto tan ambicioso como unir políticamente al Este y el Oeste para que nunca más haya dos Europas y todos compatamos el mismo espacio". "Es una tarea apasionante".

España va a cambiar de Gobierno, de ahí que González precisase después, ante la prensa, que "la defensa de nuestros intereses será discreta". "Se trata de no crear obstáculos al próximo Gobierno" de José María Aznar, presidente del Partido Popular, proclamando en voz alta algunos objetivos de difícil cumplimiento.

"Ya hablé de esto con él", prosiguió el presidente en funciones, refiriéndose a la entrevista que mantuvo con Aznar tras los comicios. El miércoles, agregó, "le pasé una nota" en el Congreso de los Diputados "diciéndole que si quería algo" para Turín "podía enviármelo".

El texto lo redactó González de su puño y letra en un papel con membrete del ministro de Defensa. Aznar no le debió pedir nada porque, según dijo González, "estaban de acuerdo".

En vísperas de la inauguración, hoy, de la Conferencia Intergubernamental (CIG), Westendorp ha mantenido conversaciones preparatorias con dos dirigentes populares, Rafael Arias Salgado y Abel Matutes, del que se rumorea insistentemente que se hará cargo de la cartera de Exteriores.

Aznar también se puso en contacto con González el martes pasado para explicarle que era partidario de que el Rey inaugurase solemnemente la nueva legislatura una vez que esté investido el nuevo Gobierno y no antes, como sucedió en 1982. Entonces, el Rey abrió las Cortes cuando el Ejecutivo encabezado por Leopoldo Calvo Sotelo estaba aún en funciones y se sentaba en el banco azul de la Cámara baja. "Me llamó y me dijo cual era su posición", declaró González. "Le dije que me daba exactamente igual", aunque había precedentes contrarios, "y que si él creía que era mejor para sus intereses le íbamos a apoyar en la Mesa del Congreso", como sucedió al día siguiente.

La apertura solemne de la legislatura se celebrará, por tanto, después de la investidura. En principio, la fecha tope fijada por la Mesa del Congreso es el 6 de mayo. Fuentes de Presidencia aseguran que ambos políticos han mantenido varias conversaciones telefónicas desde el día en que se reunieron en La Moncloa, informa Anabel Díez.