Molins afirma que si CiU quiere ser clave debe votar a favor de la investidura de Aznar
CARLES PASTOR / LUIS R. AIZPEOLEAEl portavoz de CiU en el Congreso, Joaquim Molins, afirmó ayer por la noche que, si CiU quiere ser clave en Madrid, deberá votar a favor de la investidura del presidente del PP, José María Aznar. Molins realizó esta afirmación anoche en Girona, donde se reunió con militantes nacionalistas. Por su parte, Miquel Roca, ex portavoz de CIU en el Congreso, dijo que en la investidura "no habrá que votar por confianza, sino por responsabilidad, porque la confianza no la podremos tener hasta que se nos demuestre con hechos que se la merecen".
Molins, informa afirmó: "Si queremos utilizar la posición clave que nos ha dado el electorado, tenemos que [contribuir a] formar un gobierno, ya que no hay ninguna otra fuerza política que pueda permitir que se forme gobierno si no es con, nuestro voto afirmativo". Molins, recordando los lemas de campaña de CiU, añadió que, después de que los socialistas e Izquierda Unida hayan dicho que votarán en contra, "si queremos ser clave, incluso para plantar cara, defender los compromisos que tenemos y obtener cosas, deberemos votar a favor de la investidura", insistió.El portavoz de CiU añadió que "hay que intentar casar" los compromisos de ser clave y de plantar cara, objetivos que "los resultados electorales han convertido en contradictorios". Dijo que CiU intentará no defraudar a su electorado y demostrar que 11 a Madrid no vamos a hacer oposición por hacer oposición ni a pactar por pactar".
Para Molins, "lo urgente no es producir una mayoría en la investidura, sino hacer una legislatura que, dé soluciones para los ciudadanos". "Parece que en España el problema que tengamos es cómo alcanzar una mayoría para la investidura, y el problema que tenemos no es éste. El problema que tenernos", añadió, "es qué hacemos con Maastricht, cómo entramos en la Unión Monetaria, cómo creamos empleo, cómo reformamos para confirmarlo el Estado del Bienestar y cómo mejoramos el Estado de las autonomías". "El horizonte del mes de abril es bueno para decidir si el acuerdo es posible", señaló.
Para Miquel Roca, los nacionalistas son conscientes de que no deben alargar el debate de investidura porque el país no puede seguir por mucho tiempo con un Gobierno en funciones. "Se debería distinguir entre lo que es la investidura y lo que es el acuerdo, porque es más fácil explicar la actitud ante la investidura como un acto a favor de la gobernabilidad que no propiamente el contenido de un acuerdo, porque éste siempre descansa en un margen de confianza sobre la otra parte".
Negociaciones
Mientras tanto, CIU sigue esperando propuestas tangibles para reanudarla negociación la próxima semana. No sólo sobre política autonómica y financiación de las comunidades autónomas, con ser lo más importante, sino también sobre otros aspectos de su programa electoral que hagan visible ante el electorado y la militancia que el pacto con el PP merece la pena.
Existe otra razón por la que se ha producido un parón en las negociaciones. Ha trascendido que en el seno de CiU hay división de opiniones en un tema tan importante como la financiación autonómica. División que afecta a cuestiones técnicas: en base a qué criterio, por ejemplo, se distribuye en tramos el IRPF entre el Gobierno central y las autonomías.
El conocimiento público de varios documentos con propuestas distintas ha irritado a los dirigentes de la coalición, porque debilita su posición negociadora que el PP sepa de antemano los planteamientos de CiU y conozca, además, que en la coalición hay distintos puntos de vista. Molins trató ayer de cortar esta dinámica, afirmando que lo importante es fijar los objetivos y que las fórmulas concretas ya vendrán luego. Los nacionalistas aspiran a que el PP se comprometa firmemente a resolver la mala financiación de la autonomia, y podrían admitir que la fórmula concreta se acuerde pasada la investidura.
El programa electoral de CiU reclamaba 250.000 millones más al año para Cataluña, entre financiación de los servicios traspasados (90.000 millones incluyendo una parte del fondo de cohesión europeo), mejora de la financiación de la sanidad pública (60.000 millones) y un mayor gasto directo del Estado (100.000 millones, incluyendo inversión y subvenciones).
De otro lado, la reunión del miércoles entre el PP y el PNV se zanjó sin acuerdos concretos. "No se avanzó", dijo un portavoz del PNV. El núcleo de la negociación son los traspasos del INEM, la gestión de la seguridad social y la de puertos y aeropuertos.
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