Un comandante (jurídico) al timón de las Cortes

El diputado popular Federico Trillo-Figueroa Martínez-Conde, de 43 años, natural de Cartagena (Murcia), casado, con cinco hijos, se convertirá hoy en presidente de las Cortes y, en consecuencia, tercera autoridad del Estado, inmediatamente después del Rey y del presidente del Gobierno.Su currículum incluye hasta ahora los títulos de vicepresidente del Congreso y diputado por Alicante, miembro del Comité Ejecutivo del Partido Popular, doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca, letrado en excedencia del Consejo de Estado y comandante en la reserva del Cuerpo Jurídico de la Armada.

Este último empleo lo obtuvo en 1992, acogiéndose a la ley 27/1991, impulsada por el entonces diputado socialista y ex miembro de la Unión Militar Democrática (UMD) Juli Busquets para compensar, con un ascenso honorífico, a los oficiales que se vieron obligados a dejar el Ejército para contribuir desde la política a la recuperación de la democracia.

Bien es verdad que no era ése el caso de Trillo, quien, como él mismo declaró a Interviú, pertenece a una generación que, durante la transición, "estaba desarrollando su proyecto vital, intentando sacar adelante una familia, estudiando por lo que asume la democracia con la normalidad de quien no tiene que dar explicaciones de ningún pasado, ni autocrucificarse por nada".

Hijo de un militar -que fue también alcalde de Cartagena, -procurador en Cortes y gobernador civil de Teruel y Burgos- Trillo ingresó en 1974, -por oposición y con el número uno, en el Cuerpo Jurídico de la Armada. Abandonó la milicia en 1979 para incorporarse, con los mismos méritos, al Cuerpo de Letrados del Consejo de Estado, donde fue redactor y ponente del dictamen sobre el ingreso de España en la OTAN.

En 1983 dio el salto a la política, incorporándose a la Alianza Popular de Manuel Fraga, de quien llegó a ser jefe de gabinete y hombre de máxima confianza. La retirada del fundador no perjudicó su carrera política, sino todo lo contrario.

De asesor jurídico del Grupo Parlamentario Popular pasó en octubre de 1989 a diputado y vicepresidente segundo de la Cámara, baja. Desde 1986 es miembro de¡ Comité Ejecutivo del partido, con un papel cada vez más destacado.

Con todo, es en la última legislatura en la que ha conseguido mayor notoriedad como portavoz de Justicia del PP, con debates tan importantes como los del Código Penal o la ley Corcuera, y como fustigador implacable del Gobierno.

Su dedicación parlamentaria no le ha impedido además, ejercer de litigante, como responsable del equipo jurídico del partido, por ejemplo, en el caso de los fondos reservados, que denunció ante el fiscal general del Estado.

El PSOE ha desenterrado ahora las aceradas críticas que hasta ayer le dirigía Trillo para argumentar que carece del "perfil institucional" propio de un presidente del Congreso. Alfonso Guerra, por su parte, le ha calificado de "sectario, en el sentido etimológico de la palabra", aludiendo a su pertenencia al Opus Dei.

Por si la memoria de Pujol flaquea, las Juventudes Socialistas han distribuido un panfleto en el que llaman a la insumisión de los diputados nacionalistas catalanes, a los que recuerdan algunas explosivas declaraciones de Trillo, quien acusó a CiU de ser "socio, cómplice y encubridor de la corrupción de González" y de "vender que apoya la gobernabilidad del Estado al tiempo que succiona del Estado aquello que va en interés de Cataluña".

La disciplina de los grupos parlamentarios garantiza que, salvo catástrofe, Trillo se convierta hoy en el quinto presidente del Congreso desde las elecciones de 1977 y el primero cuyos orígenes políticos no se sitúan, en todo caso, en la democracia cristiana.