Comadres en acción

A la entrada del Dorothy Chandler Pavillion se produce todos los años un espectáculo espeluznante a medida que llegan los famosos. Unas cuantas periodistas de televisión del género brujas - limadas hasta el coxis por los sucesivos estiramientos de piel- acechan, en la alfombra roja, para agarrar por los pelos a cuanta estrella se aproxime. Entre esta fauna, una de las más veteranas es Joan Rivers, quien, cual María Teresa Campos en versión lentejuelas y colirio, tiene metida en su programa a su propia hija Melissa, tan idéntica a ella, aunque un poco menos encorvada, que da una idea del trabajo del cirujano estético para mantenerlas así. Rivers se lanza sobre actores y actrices con la avidez de una garrapata. Su pregunta predilecta es: "¿Quién te ha hecho el vestido?"' y su consejo favorito: "Tened niños, tened niños".En cuanto a lo primero, nada que objetar, ya que es algo así como la pregunta institucional de todas las comadres de Hollywood. Sólo que Rivers pasa de las palabras a la acción: les sujeta, les obliga a darse la vuelta y, a los caballeros, les hace abrirse la chaqueta para que muestren el chaleco y la camisa. A continuación, con una indiferencia que hiela la sangre, les da la espalda y se arroja sobre sus siguientes víctimas. Debe de tener mucho poder, porque todos se deshacen en besuqueos con ella. Incluso Emma Thompson, quien, sin embargo, no pudo evitar preguntarle, ladinamente, quién demonios la viste a ella.

Padres de adopción

Esa cotilla desinformada tuvo un momento de placer orgásmico cuando, al interrogar a Liam Neeson sobre si la chica que iba con él era su esposa, el protagonista de La lista de Schlinder, atónito ante su ignorancia, dijo que no, que sólo una amiga, porque su consorte, la conocida actriz Natasha Richardson, estaba en casa, embarazada de su segundo hijo. No obstante, la cúspide del planchismo la alcanzó Joan Rivers al recomendarles a Tom Cruise y Nicole Kidinan: "Tened hijos, muchos hijos, son lo mejor de la vida, una bendición del Señor". Para empezar, Cruise es estéril -por lo menos-, como lo prueba el hecho de que no pudo ser padre con su anterior pareja, Mimi Rogers, que sí ha tenido descendencia por su cuenta; y, para acabar, los Cruise ya han adoptado varias criaturas.Por suerte, quien la hace la paga, y la mujer tuvo su San Martín cuando se le ocurrió detener al palizas de Rod Steiger -que va contando por ahí que le ha dicho a Jack Nicholson, con quien rueda actualmente: "Tú serás una megastar, pero yo soy una fucking legend"- y preguntarle por el medallón que pende de su cuello. Bueno: dos horas, no había forma de que se lo quitara de encima. Entonces, su indescriptible hija corrió en su auxilio, se hizo con la conexión desde otro punto y empezó a desenvolverse con gracejo tal que una se pregunta por qué demonios insiste tanto la comadre Rivers en el tema de la reproducción.