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Despliegue armado serbio en Bosnia central bajo la vigilancia de la OTAN

Fuerzas serbobosnias se desplegaron ayer en Mrkonjic Grad y Sipovo, en Bosnia central, traspasadas a su control en cumplimiento de los acuerdos de paz de Dayton. Cuatro columnas con un centenar de camiones y piezas artilleras de 122 milímetros y morteros de 120 y 82 milímetros cruzaron por la mañana la antigua línea del frente ante la mirada vigilante de 2.000 soldados de la OTAN.

En otro escenario, serbios de Bslavonia oriental, territorio que debe ser reintegrado a la soberania croata, apedrearon ayer en Viikovar el automóvil de la embajadora estadounidense ante la ONU, Madeleine Albright, que visitaba la zona en compañia del representante de Washington en Zagreb, Peter Galbraith. Los manifestantes llamaron "puta" y "fascista" a la diplomática, que interrumpió precipitadamente su paseo por la ciudad croata danubiana destruida en 1991 por las milicias serbias y la artillería de Belgrado. La policía local contempló entre sonrisas el apedreamiento de la comitiva oficial entre gritos de "¡esto es Serbia!".Mientras el Ejército serbio tomaba posesión de Mrkonjic Grad y Sipovo, localidades que conquistó a comienzos de la guerra y perdió en septiembre pasado a manos de las fuerzas combinadas de musulmanes y croatas, sus correligionarios en el barrio de Dobrinja, en Sarajevo, esperaban con gran tensión una decisión final sobre la línea divisoria de este suburbio próximo al aeropuerto de la capital bosnia.

La situación en Dobrinja en las últimas horas ha llevado a la OTAN a desplegar más efectivos para reforzar a los 46 policías internacionales que patrullan la disputada zona de Sarajevo. Los serbios quieren la mayor parte de esta barriada periférica, que fue línea de frente durante casi cuatro años. El portavoz de la policía de la ONU, Alexander Ivanko, dijo ayer que investigan informaciones según las cuales se han introducido armas en el distrito próximo al aeropuerto.

El miércoles por la noche se escucharon disparos en Dobrinja, algunos de cuyos edificios están partidos en dos por la línea que a lo largo de más de 1.000 kilómetros divide en Bosnia el territorio de la Federación croata musulmana (51%) y el de los separatistas serbios (49%). Las dos partes han sido incapaces hasta ahora de ponerse de acuerdo sobre una frontera. Como Dobrinja hay centenares de casos en todo el país -fruto del afinado trabajo con computadores para trazar el mapa de las dos entidades que coexistirán ' en Bosnia-, pero sólo aquí adquiere perfiles peligrosos.

El administrador europeo de Mostar, Hans Koschnik, se muestra partidario en una entrevista periodística de prolongar al menos tres años el mandato de una parte de los 60.000 soldados internacionales en Bosnia para mantener la paz en los Balcanes.

El Pentágono y el coordinador civil para la reconstrucción de Bosnia, Carl Bildt, han coincidido separadamente en que el país, puede sumergirse de nuevo en el conflicto armado si a lo largo de este año decisivo, en que teóricamente la OTAN debe poner punto final a su misión, la comunidad internacional no hace un formidable esfuerzo para iniciar la reconstrucción de su economía y sus instituciones.

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