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Tercera confesión, corregida y revisada

El 16 de diciembre de 1994, Amedo y Domínguez, que habían negado todos los hechos en el juicio en que fueron condenados a 108 años de cárcel, confesaron ante Garzón la responsabilidad de Interior en la creación de los GAL.Su declaración, calcada de la que previamente habían ofrecido a El Mundo, desencadenó la detención de los máximos responsables de la lucha antiterrorista en el primer Gobierno del PSOE y, más tarde, el procesamiento del ex ministro José Barrionuevo. Sin embargo, a la vista de lo escuchado ayer por el juez Moner, la confesión realizada entonces por Amedo no era definitiva.

En 1994, el ex policía no dudaba de que el secuestro de Marey fue un error: "Me había dicho Sancristóbal, Álvarez y Planchuelo que iban a traer secuestrado al etarra Mikel Lujua. Pero yo veo allí a un viejo y les digo: '¿Este quién es?'. [ ... ] Tenía claro que había que echarlo para el otro lado. No era la persona a la que se buscaba". La teoría de infiltrar a Marey en Sokoa no encaja con su afirmación de que se planeó matarlo: "Y entonces le dice Álvarez a Planchuelo que han dicho Julián [Sancristóball y Ricardo García Damborenea que compren cal viva y lo entierren. Que para que no se creen más problemas, es mejor enterrarlo. [...] Creo que ya tenían comprada la cal".

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Más importante es la rectificación respecto al dinero ingresado por sus esposas en Suiza. "Ellas ven claramente que nos vamos a quedar tirados y que es el Gobierno quien decide poner esas cantidades de dinero para sus maridos. Ellas nos lo comentaron y aceptamos. Nosotros hemos declarado todo esto y ellas también han comparecido ante el juez para ratificar nuestro testimonio y aportar todos los detalles", declaró Domínguez.

"No cabe duda de que la decisión de abrirnos cuentas en Suiza la adopta el Gobierno", apostilló Amedo. Al confesar, agregó, "nos hemos jugado incluso los 100 millones que nos dieron a cada uno, más los intereses, porque esas cuentas están bloqueadas por orden judicial". Ese dinero, dijo, era "para reparar los perjuicios que el asunto de los GAL nos había causado".

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