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PULSO ENTRE BANCOS Y CAJAS.

La fuerte pugna entablada entre los bancos y las cajas de ahorros por la política de expansión de éstas vuelve a estar de plena actualidad. Con el reto de aumentar cuota de mercado como telón de fondo, desde la patronal bancaria (AEB) se acusa a las cajas de aprovecharse de 'que no pueden ser compradas por los bancos y de que a la inversa todo es posible. La Confederación de Cajas (CECA), por su parte, recuerda que los bancos pueden comprar redes de sus competidoras cuando quieran. En los últimos cinco años, lascajas de ahorros han invertido más de 201.000 millones de pesetas en comprar bancos, parte de sus redes o de sus negocios. Algo que no ocurre en países tan potentes desde el punto de vista financiero como Estados Unidos, Alemania, Italia o Francia.

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Las cajas invirtieron más de 200.000 millones en compras de bancos durante los últimos cinco años

El anuncio de la compra del Banco Atlántico por parte de la Caixa de Catalunya ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la expansión de las cajas por la vía de las adquisiciones. La patronal bancaria se sigue oponiendo y argumentando que el modelo no es "simétrico" porque, mientras los bancos no puedan comprar cajas, las cajas si pueden hacerlo y así resolver su expansión territorial y de negocio. La Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) contesta que los bancos pueden comprar redes de oficinas de las cajas. Fuentes del sector afirman que las cajas seguirán estudiando más operaciones de compra de bancos "porque es la mejor salida para la expansión que existe"En cualquier caso, lo evidente es que la compraventa de bancos o de sus redes es un negocio para ambas partes. Unos amplían negocio y otros reciben recursos directos. En los últimos cinco años, las cajas de ahorros han desembolsado más de 201.000 millones de pesetas en estas operaciones. Desde que la Caja de Madrid cerrara con el BBV la compra del Banco de Crédito y Ahorro el 23 de mayo de 1991, diversas entidades bancarias han arreglado sus cuentas de resultados vendiendo segundas marcas.

Este es el caso del Banco Central Hispano (BCH), que se desprendió del Banco de Valencia o el Granada- y Jerez y vendió la práctica totalidad de la red del Fomento a Caja España. Otras entidades, como el Santander, reunieron recursos para afrontar operaciones de mayor calado, vendiendo bancos filiales, como el Banco de Murcia. Otros, redimensionaron su red para adaptarla a su nueva estrategia, como el Urquijo.

José Luis Leal, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), insiste en su tesis: "Debería haber simetría en la posibilidad de que tanto los bancos como las cajas puedan comprar entidades financieras". Esta idea, que ha sido defendida en varios foros por el responsable de la patronal bancaria española, debería ser motivo para abrir un debate por parte del sistema financiero y, sobre todo, de los responsables del mismo, según fuentes de la AEB.

Intenso debate

La patronal bancaria, en todo caso, considera que la actual situación permite a las cajas desarrollar su estrategia de desarrollo por la vía de compra de entidades o redes bancarias y que esa realidad hay que respetarla. La AEB, sin embargo, recuerda a las autoridades financieras que debieran aclarar cual es el modelo financiero que se quiere para el futuro "porque si se sigue a este ritmo, la descompensación entre bancos y cajas será notoria en el futuro".

El presidente de la CECA, Braulio Medel, matiza que "no es cierto que los bancos no puedan comprar cajas. Sí pueden comprar redes de oficinas de cajas y negocio".

Otro punto de fricción es la retribución a los accionistas y el inconveniente que supone para los bancos a la hora de realizar una adquisición. Ante este planteamiento, los responsables de la CECA aducen que Ias cajas cuentan con los mismos recursos propios sobre balance medio y que, incluso, rentabilizan mejor ese capital que los bancos.

El ratio de beneficios sobre recursos propios del conjunto de cajas era el 18,2% en diciembre de 1992, mientras que el de los bancos se situaba en esa fecha en el 15,6%. Ese dato ha ampliado sus diferencia al finalizar el pasado año, ya que las cajas se situaban en el 17,8% y los bancos se quedaban en el 12,8%, según datos aportados por la CECA.

Además, las cajas argumentan que deben destinar el 50% de sus excedente a reservas y del 50% restante han de pagar el 35% a impuesto de sociedades y, el resto, a la obra social.

Este debate no se circunscribe a sus responsables. En la última junta de accionistas del Santander, celebrada el pasado 17 de febrero, el presidente del grupo, Emilio Botín, terció en la polémica, desaconsejando las compras por las cajas: "Aunque yo pienso que ni los bancos deben comprar cajas, ni las cajas comprar bancos, tengo que decirles que a mi no me parece que esta sea la forma correcta de plantear la cuestión. Si se va por ese camino, lo único que se conseguirá es que se desnaturalice el papel singular y muy positivo que las cajas han mantenido dentro del sistema financiero y que las propias cajas han destacado, con razón, en muchas ocasiones".

La crisis de las cajas rurales y de las cooperativas de crédito

No sólo han sido los bancos los que han sufrido el frenesí comprador de las cajas de ahorros, también las cooperativas de crédito han sido objeto de compras, muchas de ellas en procesos de crisis aguda. Las cajas de ahorros han ampliado sus negocio al absorber a una serie de cooperativas de crédito que vivieron una fuerte crisis en la década de los años 80 por los transtornos de un sector agrícola fuertemente vinculado a estas entidades de crédito.Como consecuencia de esa crisis desaparecieron 27 cooperativas de crédito entre las que se incluyeron 14 cajas rurales provinciales en el periodo comprendido entre 1984 y 1989. Todas ellas fueron absorbidas por cajas de ahorros. Al final de ese periodo quedaban abiertas 100 cooperativas de crédito.

Periodo clave

Este periodo comenzó en el año 1987 con la absorción de siete cajas rurales por otras cajas de ahorros vecinas. En el año 1988 fueron nueve entidades rurales las que cayeron en manos de cajas de ahorros. Este proceso continúa en el año 1989 con el mismo número de rurales absorbidas. A partir de ese año ceden las crisis de las rurales y se mantiene un ritmo de compra de dos o tres entidades por año, excepto en el año 1991, periodo en el que no se produjo ninguna absorción.

Con la finalidad de evitar que el proceso de desaparición de cajas rurales continuara fortaleciendo al sector de cajas de ahorros, las rurales formaron la Asociación Española de Cooperativas de Crédito, hoy. de Cajas Rurales, y recogieron en sus estatutos el derecho de tanteo a estas entidades cuando una cooperativa quiera vender sus activos o sus pasivos, según señala Angel Luis Martín Serrano, secretario general de Unión Nacional de Cooperativas de Crédito.

La Caja Postal, integrada en el grupo público Argentaria, tiene estatuto de banco y puede realizar las mismas operaciones que cualquier banco. Así se estableció cuando se formó el grupo Argentaria. Aunque en principio no existe ningún plan al respecto, Argentaria podría plantearse laventa de la Postal como una entidad bancaria más del grupo como lo es el Exterior, el Hipotecario o el Banco de Crédito Local.

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