La policía saca del domicilio al padre separado y amo de casa de Palencia
"Nadie me dijo que debía abandonar el hogar", dice Urbón
Juan Carlos Urbón estaba ayer por la mañana dando el desayuno a su hijo pequeño de cinco años y preparando a los mayores para llevarlos al colegio, como cada mañana, cuando llamaron a la puerta de su casa. Era la policía. Entraron y prácticamente le arrancaron por la fuerza de¡ domicilio para llevárselo a la comisaría, sin explicaciones. Sus hijos, de 5, 9, 11 y 14 años, presenciaron la escena.
Una juez sustituta dictó la sentencia de separación de Urbón y su mujer, el pasado mes de enero, en la que concedía la custodia de los cuatro niños a la madre y condenaba al padre a abandonar el hogar. Éste está indignado. "Estoy sufriendo una gran discriminación, a cualquier mujer en mi lugar, que haya sido ama de casa durante ocho años, se le daría la custodia de los niños y además una pensión compensatoria. Yo lo que quiero, ante todo, es tener a mis hijos", dice el padre.Cuando vió a la policía entrar en su dormitorio les pidió explicaciones y quiso llamar a su abogado, cuenta Urbón. No se lo permitieron. Después de obligarle a salir de su casa, la policía le llevó a la comisaría, le tomaron las huellas dactilares y le ficharon "por desobedecer de modo verbal, aunque yo lo que realmente he hecho ha sido preguntar, porque no entendía nada y no puedes dejar que te lleven de tu casa, así, por las buenas", añade.
Juan Carlos Urbón tiene 38 años, igual que su mujer, y es licenciado en pedagogía, igual que su mujer. Cuando se casaron, ella sacó una plaza en la Universidad de Valladolid como profesora de Música "y como yo no encontraba trabajo decidimos por mútuo acuerdo que yo haría de amo de casa", cuenta Urbón. Pero tras más de 14 años de casados, ella decidió pedirle la separación.
"El viernes me llamó Juan Carlos para preguntarme qué hacía y le dije que estábamos esperando a que le llegara el requerimiento judicial comunicándole que tenía que abandonar su casa", cuenta Antonio Luis Vázquez Delgado, abogado de Urbón. "Pero lo que ha pasado ha sido increíble, desproporcinado". Urbón cuenta que los propios policías "estaban violentos cuando me fueron a buscar, y decían que ellos tenían que cumplir con su deber pero que nunca habían hecho nada similar...".
Tras salir la sentencia, Urbón la recurrió y, hasta ver el resultado, su mujer pidió a la juez la ejecución provisional de la sentencia, para que obligara a su marido a abandonar el hogar lo antes posible. Finalmente, la juez dictó la ejecución, a pesar de que "la ley dice que no se puede ejecutar provisionalmente una sentencia en este tipo de casos, pero la juez ha dicho que la separación no afecta al estado civil de la persona, lo que es incomprensible", señala Vázquez Delgado.
Diversas asociaciones de padres separados han manifestado su indignación ante esta sentencia que consideran "discriminatoria". Ramón Pastor, presidente de la Federación Española de Padres Separados (integrada por padres y madres), opina que es una sentencia "machista e hipócrita". "Es increíble cómo algunos jueces siguen teniendo el concepto de que la mujer puede vivir sin trabajar fuera de casa y que el hombre no".
La juez sustituta que instruía el caso dictó la orden judicial la pasada semana para que la Policía obligara a Urbón a salir de su casa, "sin mandar previamente un requerimiento judicial dándole un plazo para que abandonara el hogar con sus cosas, que es lo que se hace normalmente", se fíala el abogado de Urbón.
"La juez abandonó precisa mente ayer sus funciones en el juzgado de Palencia, al acabar su sustitución. Y esto ha sido una revancha", dice Urbón. "Muchos le han oído decir que me iba a sacar de mi casa como fuera, que estaba molesta por que yo he sacado su nombre repetidas veces en los medios de comunicación. Tenía mucha prisa por sacarme de casa y se ha saltado los pasos intermedios".
Urbón estaba ayer consternado, tras salir del juzgado. Sólo pensaba en ver a sus hijos. "Mi mujer se ha mostrado siempre encantada de que me quedara haciendo las tareas del hogar ' aunque ahora lo niegue, mientras ella se dedica ba a su profesión y viajaba". "Sólo pido que me traten como a un amo de casa más, que ha contribuido al matrimonio con su trabajo en el hogar", dice Urbón. Este padre durmió anoche, por primera vez, en un albergue de la beneficencia.
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