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Una gravera de Pioneer, multada con un millón y medio

El organismo encargado de velar por los cauces y riberas de los ríos madrileños, la Confederación Hidrográfica del Tajo, ha impuesto dos multas que suman 1,5 millones de pesetas a la multinacional Pioneer Concrete Hispania, SA, según ha informado la asociación ecologista del Jarama El Soto. La empresa, considerada líder mundial en explotación de áridos, ha extraído 10.000 metros cúbicos áridos sin autorización en la franja de 100 metros de la margen izquierda del río Jarama a la altura de Velilla de San Antonio. Esta mina de se encuentra en pleno Parque Regional del Sureste,muy cerca de los cantiles rocosos (cortadas) de Rivas, en los cuales anidan halcones y otras aves rapaces.La extracción de áridos al lado del río, considerada una infracción leve por la Confe deración Hidrográfica del Tajo, ha dado lugar a una multa de 500.000 pesetas. A esta sanción hay que sumar otra, de 1.000.005 pesetas, por bombear agua del tío para lavar la arena cuando el cauce del río iba muy bajo por la sequía. Enrique Noaín, presidente de la confederación, indicó a este diario que el 27 de marzo de 1995 los guardias fluviales denunciaron ambos hechos. El proceso siguió su curso, y el pasado 22 de febrero el expediente sancionador resolvió imponer ambas multas, que suman 1,5 millones.

Recurso o pago de la multa

Noaín añadió que la empresa puede presentar un recurso contencioso administrativo. En este caso, el pago de la multa se pospone hasta la sentencia. Si la firma no paga, se podría recurrir a la vía ejecutiva o de apremio -embargo-, concluye el presidente de la confederación hidrográfica. Este diario se puso en contacto con la firma Pioneer, tanto en sus oficinas centrales como en la gravera de Velilla de San Antonio, pero ningún responsable quiso contestar si presentará recurso contencioso administrativo.La resolución de la confederación obliga a la empresa a restaurar el suelo. Tarea difícil si toda la vegetación de ribera ha sido destruida por la actividad extractiva.

Las graveras están obligadas desde 1982 a restituir el suelo destruido al extraer la arena que lo conforma.

Pioneer Concrete Hispania explota desde 1993 la mayor gravera de la región, limítrofe con la que ha dado lugar a la sanción. Ubicada en la finca de El Piul, en Rivas Vaciamadrid, tiene 515 hectáreas (cinco veces el Retiro). Cuando la firma solicitó la concesión de El Piul, se comprometió a reconvertir, año a año, las zonas vaciadas de arena en lagunas. La Dirección de Industria de la Consejería de Economía obliga a restaurar el suelo anualmente.

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