Hamás desafía la cumbre antiterrorista al anunciar nuevos atentados suicidas

ENVIADO ESPECIALHamás desafio ayer a los líderes de los 31 países -incluidos Estados Unidos y Rusia- que han anunciado su presencia el miércoles en la cumbre antiterrorista de Sharm el Shaij (Egipto) con una amenaza: pronto habrá nuevos atentados suicidas. El ala militar del grupo integrista advirtió al líder palestino Yasir Arafat que ha ido "demasiado lejos en sus ataques a Hamás". También ayer, Arafat recibió la petición de la CIA de detener a los líderes del ala militar de Hamás.

La presión sobre Arafat no procede sólo de las amenazas de Hamás o de los representantes de la CIA con los que se reunió ayer. El cierre de la frontera con Gaza y CisJordania es su más urgente motivo de preocupación. Israel está aún lejos de suavizar las restricciones impuestas a los palestinos tras la ola de atentados integristas. Y el cierre de fronteras está causando escasez de productos básicos, como el pan, y suscitando la protesta popular. A la prohibición del paso de personas y mercancías se ha sumado ahora el de la actividad pesquera a lo largo de la costa del territorio autónomo para evitar la fuga eventual de implicados- en la ola de violencia.

En Gaza, una multitud se manifestó ante la sede del Gobierno autónomo para protestar por la falta de harina y de paz y por el encarecimiento que están experimentando otros productos básicos por el cierre de fronteras.

Es improbable que el primer ministro israelí, Simón Peres cambie de actitud ahora pese al reiterado llamamiento del máximo dirigente de la Autoridad Nacional Palestina a que lo haga. La ANP pedirá expresamente en la cumbre del miércoles que se adelante el calendario del proceso de paz con Israel sin esperar al resultado de las elecciones de este país el próximo 29 de mayo.

Arafat quiere que la mesa de negociaciones sea de nuevo trasladada a Washington y que se aborde sin más dilaciones las cuestiones aún no resueltas como son el futuro Estado palestino y el estatus de Jerusalén. En las negociaciones deberían participar Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea. Tampoco está claro que Israel traspase la jurisdicción de la ciudad cisjordana de Hebrón a fines de mes, conforme a los acuerdos de paz. Peres lo condiciona a la modificación de la Carta Constitucional palestina en la que aún está contemplada la lucha para destruir el estado de Israel.

La policía de Arafat, cada vez más presionada, continúa la persecución de integristas. Ayer fueron detenidos dos líderes fundadores de Hamás, un farmacéutico que dirige el centro islámico de Gaza y un profesor de la Universidad Islámica, cerrada el pasado miércoles como presunto foco de reclutamiento de extremistas. Al parecer, sólo uno de los actuales líderes de la rama política de Hamás no ha sido todavía detenido.

En medio de la confusión, fuentes palestinas anunciaban ayer que el jefe de la seguridad de la ANP, el coronel Jibril Rajub, había sido destituido por no haberse mostrado suficientemente activo en la persecución de militantes integristas. Sin embargo, el propio Rajub desmintió que hubiese sido relevado del mando.

Por otra parte, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, declaró ayer que la cumbre del miércoles tiene como objetivo primordial e inmediato salvar el proceso de paz israelo-palestino. Los países del Golfo han anunciado que asistirán a la reunión a pesar de no mantener relaciones diplomáticas con Israel.

Siria aún no ha dado una respuesta, aunque Mubarak ha llamado personalmente al líder sirio, Hafez El Assad, para tratar de convencerle de la necesidad de que Damasco participe. Damasco ha respondido que debería reabrirse la conferencia de paz de Madrid de 1991. Líbano, por su parte, ha anunciado que no acudirá, y el líder libio, Muammar el Gaddafi, ha criticado la presencia de paisesárabes en la cumbre.

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