"El hombre moderno salió de África hace sólo 70.000 años"

Luigi Luca Cavalli-Sforza es el padre de la genética de poblaciones humanas. A sus 74 años, este profesor de la Universidad de Stanford (EE UU) que lleva más de 40 años dedicado a reconstruir la historia evolutiva humana, ha propuesto, con sus colegas, un nuevo método de datación genética que sitúa la salida del hombre moderno de África hace sólo 70.000 años. Cavalli-Sforza, italiano, trabaja en EE UU desde hace 25 años, aunque mantiene contacto constante con investigadores europeos. Presidente del proyecto internacional Diversidad del Genoma Humano se interesa también por las adaptaciones humanas concretas, como el color de la piel.Pregunta. Usted propone una fecha muy reciente de la emigración del Homo sapiens-sapiens hacia Europa y Asia.

Respuesta. Cada vez está más claro que el hombre moderno sale de África y más tarde de lo que se pensaba, es decir, en los últimos 100.000 años y no antes. Según nuestra investigación más reciente, la separación auténtica se produce hace sólo 70.000 años.

P. ¿Como explicaría los fósiles de Homo sapiens-sapiens descubiertos en Oriente Próximo de edad algo superior a los 100.000 años?

R. Pueden ser emigraciones anteriores fallidas.

P. ¿Cuál es su técnica de datación?

R. Hemos utilizado unos trocitos de ADN denominados microsatélites que están en el material genético del núcleo celular y que son muy cortos (de dos a seis nucleóticos). En ellos se producen repeticiones del ADN, como un tartamudeo o un disco rallado, y las contamos para calcular la distancia genética entre poblaciones.

El método habitual para hacer dataciones genéticas, que yo denomino relativas, precisa de buenas fechas paleontológicas para poner el reloj en hora, algunas de esas fechas están muy bien establecidas, como el inicio de la difusión de los mamíferos hace 63 millones de años, pero otras no.

Sin embargo, con los microsatélites logramos una datación genética absoluta que no necesita fechas de referencia externas. Con esta datación, la sepación entre la población africana de Homo sapiens-sapiens y la que abaridona África se produce, no hace 140.000 años como dicen las hipótesis convencionales, sino 70.000, aunque todavía tenemos un error estadístíco grande en los cálculos.

P. ¿Sobre cuántos grupos han hecho el eítudio?

R. Hasta ahora en 17 poblaciones (tres por continente en el que menos) con 10 individuos como mínimo en cada población. Por ahora hemos hechos el análisis en 93 microsatélites.

P. ¿Rechaza la hipótesis que propone un origen multirregional del hombre moderno?

R. Toda datación que encuentro es favorable al origen único y en Africa. Y los últimos datos paleontológicos, al situar la primera emigración -del Homo erectus- desde África en hace dos millones de años, y no un millón, dificultan aún más la teoría policéntrica.

P. ¿Cómo explica la diferencía de color de la piel?

R. Del color de la piel sabemos to avía poco, pero es una cuestión de resistencia a la irradiación solar. También influye la dieta, como factor añadido.

P. ¿Es posible determinar la influencia de uno y otro factor?

R. Depende de la población. En Europa ha influido mucho el factor alimentación: los blancos proceden en gran parte de Oriente Próximo, de agricultores de hace 10.000 años que tenían una alimentación basada en cereales, carentes de vitamina D.

P. ¿En qué situación está el proyecto de Diversidad del Genoma Humano?

R. En estos momentos sólo está financiado en Europa, con menos de un millón de dólares para dos o tres años, y en China. En EE UU estamos pendientes de la decisión del Consejo Nacional de Investigación.

Se pretende recoger una muestra de la población humana general que se almacenaría, para uso de los investigadores de todo el mundo, en forma de líneas celulares. Serían unas 10.000 líneas de otros tantos indivíduos elegidos al azar en todo el mundo. También se guardarían muestras de sangre. Queremos reconstruir la historia de la evolución humana. Además, este material genético puede ser muy interesante para la genética médica.

Nos centraríamos en las zonas de ADN que son distintas entre los individuos porque la mayoría del material genético es absolutamente idéntico.