Algo más que dinero

Las monedas son mucho más que esos minúsculos objetos sin apenas valor que utilizamos para pagar, son portadoras de 27 siglos de tradición que las convierten en una fuente fundamental de la historia, tal y como recoge la exposición La moneda, algo más que dinero, en Leganés. La muestra está integrada por más de 200 monedas de los fondos del Museo Arqueológico Nacional, paneles, piezas para acuñar y otros objetos.La exposición explica la diferencia entre dinero (todo aquello que se utiliza para pagar) y moneda, su nacimiento y su evolución, las diferentes utilidades que puede tener, sus mensajes y su fabricación. Carmen Alfaro, conservadora jefa del departamento de numismática del museo y comisaría de la muestra, considera la moneda como "una fuente de información de primera magnitud. La experiencia es fruto de dos años de trabajo de su departamento.

El recorrido arranca en Turquía, en el siglo VII antes de Cristo, y termina en una moneda de 50 ecus de la Unión Europea (el nuevo euro todavía no ha sido acuñado). Aunque la mayor parte de las monedas son discos metálicos, en la muestra también hay un medio dáler sueco del siglo XVIII, que es cuadrado, monedas en forma de hacha y azada de China y Japón, y laurines de plata, en forma de varilla, que se utilizaban hace dos siglos en Sri Lanka. También hay piezas raras, como monedas de porcelana de Tailandia, del siglo XIX.

Cada civilización ha tenido, sus propias monedas, aunque en Occidente fueron los griegos los que introdujeron el nuevo sistema de cambio. Ellos añadieron a sus dracmas impresiones de dioses y animales, símbolos de sus ciudades (los tetradracmas de Atenas eran conocidos popularmente como lechuzas, que es el animal símbolo de Atenas). Los romanos agregaron a sus ases y denarios las efigies de emperadores y los mensajes políticos. Y Bizancio introdujo el valor que tenía cada una de las piezas y su fecha de acuñación.

En otra vitrina se encuentran los antepasados del dólar y el marco como divisas internacionales. Son los florines de Florencia, los ducados de Venecia y los españoles reales de a ocho o pesos duros (de donde por cierto, arranca el nombre con el que se conoce vulgarmente a la moneda de cinco pesetas) y que fueron las primeras monedas comerciales europeas.

Judas recibió su pago por vender a Jesús con 30 siclos. Las metopas del Partenón costaron 480 dracmas cada una. La exposición no olvida a los falsificadores como el italiano Giovanni Cavino, que logró en el siglo XVI auténticas obras de arte. En la muestra hay dos monedas romanas falsificadas por él.

La moneda, algo más que dinero. Hasta el mes de junio. Centro de Las Dehesillas. Carretera de Getafe, s/ n. Horario: de 19.00 a 21.00, días laborables; y de 12.00 a 14.00, los festivos.