Julia Roberts: "Mi papel en 'Mary Reilly' ha supuesto un desafío"
La actriz presentó en Madrid la última película de Stephen Frears
Parecía asustada. Julia Roberts sonreía tímidamente sin saber muy bien qué hacer frente a los cerca de medio centenar de fotógrafos para los que posó durante cinco minutos. La protagonista de Mary Reilly, la película de Stephen Frears que se estrena el próximo día 29 en España, aseguró ayer durante la presentación del filme que interpretar a la fiel sirvienta del doctor Jeckyll supuso "un desafío en mi carrera".
A la puerta del lujoso. hotel madrileño donde ha permanecido alojada a lo largo del fin de semana, la rutilante actriz, que iba, a acompañada por cuatro guardaespaldas, se encontró a Woody Allen. El realizador y la estrella se fundieron en un abrazo. "El invierno pasado estuve, rodando con él, la que por ahora es mi última película. Supongo que se habrán dado cuenta de nuestra amistad", aseguró después de posar para la prensa gráfica.La actriz más cara de Hollywod parecía un modelo de sencillez. Sólo el discreto pero efectivo maquillaje delataba a la estrella, que llevaba el pelo recogido en una coleta. Roberts, que lucía un vaquero gastado, unas botas negras con tachuelas, una rebeca negra y un jersey de cuello alto blanco, explicó que no busca papeles concretos. "Me atengo a lo que me ofrecen".
Tras su interpretación en la obra en la que comparte protagonismo con John Malkovich, la actriz americana, de 28 años, aseguró que se puede hablar de un cambio de rumbo en su carrera hacia trabajos más complejos y maduros. No estuvo discreta a la hora de repartir elogios, ni prodiga a la hora de dar explicaciones a las preguntas que se le hacían.
Sobre su compañero de reparto en esta nueva versión del clásico Doctor Jeckyll y Mister Hyde, de Stevenson, dijo que es "brillante y tiene talento". Sobre el director agregó que es un hombre de grandes ideas. "Sabe perfectamente lo que quiere y sabe darle a las películas el tono que desea. Crea su propio, ambiente. A los actores nos da fuerza y tranquiliad", precisó.La protagonista de Pretty woman aclaró que pretende llevar a cabo su carrera al margen de la meca del cine. "Ni vivo en Hollywood ni comparto su ambiente", aseguró la bella actriz que tiene fijada su residencia en Nueva York. Pese a su aparente timidez, la cenicienta de los 90 se enfrentó a los periodistas que querían indagar sobre la ruptura de su matrimonio con el popular cantante de country Lyle Lovett. "Estoy contenta con mi vida y tengo bien organizadas mis emociones, pero no se puede preguntar a alguien a quien no se conoce, qué siente, quién es su amigo y a quién quiere". La actriz, a la que le gustan las obras de Scott Fitzgerald, la poesía de Emily Dickinson, la música de Schubert, las flores y hacer petit point, partió ayer por la tarde para Roma para seguir apoyando su filme.
Babelia
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