La orquesta del teatro Lliure conmemora a Falla y Roberto Gerhard

Estamos en el Año Manuel de Falla, de cuya muerte en Argentina se cumple medio siglo, y también en el centenario del nacimiento de Roberto Gerhard (muchos escriben ahora Robert, pero resulta algo atrevido enmendarle la plana al propio interesado que siempre escribió Roberto).

Tras alguna manifestación aislada, como La vida breve en concierto, vienen ahora a Madrid las voces del Teatro Lliure de Barcelona con su director, hoy titular de la orquesta de Granada, Josep Pons (Barcelona, 1957).

Hoy viernes y mañana sábado interpretarán en el Auditorio Nacional de Madrid, además del Concerto, el primer cuadro de El corregidor y la molinera, la pantomima de Falla que murió al nacer el ballet El sombrero de tres picos. También harán otra versión antecedente, la de El amor brujo de 1915 reconvertido y ultimado después por Falla en la forma de ballet con la que triunfa en el mundo.

La cantaora Ginesa Ortega, que recientemente ha grabado dos discos con estas obras de Falla, acompañada por la orquesta del Lliure y dirigidos por Pons, participará en los programas de los dos días.

Roberto Gerhard estará representado por el Cancionero de Pedrell -uno de los homenajes que rindió a su maestro el músico de Valls, los Siete haiku y las suites de los ballets Alegrías y Pandora.

En resumen, un díptico musical muy interesante presentado por Liceo de Cámara que nos interna de lleno en la evocación del gran maestro gaditano y el compositor catalán.