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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La pesadilla del vals

Ballet Municipal de Zaragoza

La Cenicienta: coreografía y diseños.

Mauro Galindo; música: Johann Strauss II; Teatro de Madrid La Vaguada. 17 de febrero.

La historia misma del ballet establece la más salomónica. de las justicias. Lo que se olvida en este arte, salvo excepciones y en general, por algo será y bien olvidado está. Y este parece ser el caso de este ballet, Aschendrödel (La Cenicienta), que remata el archiconocido Danubio azul en un arreglo que podíamos calificar de salvaje. Mauro Galindo encuentra en la rareza musicológica que es el libro de Strauss II esta melosa música, a veces agradable en su facilidad y a veces imposible, sobre la que arma su pieza de revival. Quiere el coreógrafo ir a la mímica realista con ironía, pero el ballet narrativo tiene sus leyes de composición y la pantomima decimonónica produce un efecto chirriante, empolvado.

En la danza misma hay citas que reflejan la entusiasta cultura visual del creador, un apasionado de la historiografía de la danza. Mar Moreno -que in origen procede de la escuela Ullate- como protagonista ejecuta lo que manda el coreógrafo, pero baila poco. No debe confundirse su elasticidad y arrojo suicida sobre las puntas con el verdadero virtuosismo balletístico, que son cosas diferentes. Es verdad, otra parte,. que la propia coreografía no brinda liacon; hay pasos y pasos, interminables secuencias valseadas donde se carece por lo general de esa secreta unidad, en lo estético, que convierte en danza a la calistenia organizada.Pero los desastres del Ballet de Zaragoza no pueden achacarse todos al director artístico, que en este caso siempre es la parte más fina de la cuerda. La compañía, que partió en su reorganización de una pésima directiva política, ha carecido de línea de gestión promocional y de una administración seria y adecuada, lo que la ha llevado a este callejón sin salida en lo económico y en los aspectos gerenciales. La agrupación necesita ser reconducida y Zaragoza, cuna sin lugar a dudas del ballet español actual, merece otra cosa.

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