La Iglesia sospecha de los congresistas que juzgan al presidiente de Colombia

La Iglesia católica colombiana ha pedido a los congresistas sobre los que se proyecta una "sombra de duda" -por sus vínculos con el narcotráfico que se mantengan al margen del juicio político al presidente Ernesto Samper. Así lo afirman los obispos en el documento final de la Conferencia Episcopal, en el que se desdicen de su anterior propuesta de retirada temporal del jefe del Estado. Hace pocos días, la petición de renuncia temporal originó un enfrentamiento entre la Iglesia y el Congreso. Los obispos dijeron ayer que Colombia es "un país moralmente enfermo".El juicio al presidente ya se ha iniciado, pero a ritmo lento. En su primera reunión tras la demanda penal del fiscal general, la Comisión de Acusaciones de la Cámara se empantanó en la elección del ponente de la investigación. El primer elegido, el liberal Jesús Ignacio García Valencia, renunció al alegar la ilegalidad en su designación y devolvió el proceso a manos de Heyne Mogollón, que en diciembre ya absolvió al presidente desde este cargo. Hasta el próximo martes no se decidirá si Mogollón continúa al frente de la comisión.

El fiscal general, Alfonso Valdivieso, ratificará el próximo lunes su denuncia ante la comisión. Ésta tiene 30 días, prorrogables hasta 60, para decidir si el debate pasa al pleno de la Cámara. En un segundo paso, la denuncia puede llegar al Senado, que en última instancia juzga al presidente. Todo este proceso puede durar, como poco, nueve meses.

Los medios de comunicación siguen destapando los documentos que entregó el fiscal. Uno de los vídeos presentados es una entrevista con Pablo Escobar, jefe del cartel de Medellín, muerto hace dos años. Escobar acusa a Samper de haber recibido de él dinero para la campaña del candidato Alfonso López en 1982. El otro vídeo, según fuentes periodísticas, corresponde a una filmación de la última visita que efectuaron Samper y el ministro de Gobierno, Horacio Serpa, al ex ministro de Defensa Fernando Botero, detenido desde agosto pasado. En esta, visita, el presidente y el ministro habrían intentado, infructuosamente, convencer a Botero para que no hablara.

Por otra parte, el médico Gerardo Cifuentes, hijo de un general que renunció hace 15 días por sentirse disconforme con un presidente cuestionado, murió ayer por disparos de desconocidos en Bogotá.