Sanabria bajo la nieve
Quisiera a través de su periódico reflejar la realidad vivida en Sanabria (provincia de Zamora) durante la última gran nevada, o, expresado de forma menos ambiciosa, hacer una aproximación a la misma. De su vivencia real y verdadera, de su aislamiento, de su incomunicación y sinsabores, sólo pueden hablar los que vieron sus campos, sus casas y sus carreteras cubiertas de nieve que caía durante dos días seguidos (con sus dos noches) y que permaneció, en muchos casos, otros más de dos, de tres y de cuatro días, sin que nadie la retirase de donde más estorbaba: los caminos de asfalto.Esta nieve trajo a nuestra comarca turistas tardíos y periodistas tempranos, políticos preocupados y políticos ocupados, máquinas que quitan la nieve, según dónde y según cuándo.
Y yo no lo entiendo, porque, como decía la canción "¡Yo pago mis impuestos!", sin dividirlos ni administrarlos, sin pararme a pensar si irán a las arcas nacionales, regionales o locales. Sin embargo, en nuestra comarca, las máquinas quitanieves sí distinguen las carreteras nacionales, las de la Junta y las de la Diputación; tardaron días en llegar a pueblos y pasaron de largo por los cruces de otros. Y yo no lo entiendo.
Elogio desde aquí la acción de los helicópteros llevando pan y medicinas, pero tampoco comprendo por qué no acudieron al primer centímetro de nieve tan presto como acuden al primer indicio de humo, ¿o no pagamos una vez y es para todo el año?
Sanabria no ha estado cubierta de nieve sólo para el disfrute de vista y tacto. La situación, deplorable y preocupante como hace años (muchos) no había estado, tardó en aliviarse más, mucho más, de lo que los modernos medios a nuestro alcance ahora (que no hace más de veinte, años) podían haber conseguido.- .
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