La feria se despide con ventas de artistas españoles y más público

La 15ª edición de la feria internacional de arte contemporáneo, Arco, finalizó ayer en los pabellones 5 y 7 del recinto ferial Juan Carlos I, de Madrid, con la satisfacción por las ventas de artistas españoles y la decepción de galeristas extranjeros ante la ausencia de coleccionistas de arte internacional. Algunos de ellos, como Annely Juda y Hans Mayer, han declarado que no vendrán el próximo año. La asistencia de público llegará a las 160.000 personas, según la organización, un 14% más respecto a la edición anterior.

La directora de Arco, Rosina Gómez-Baeza, declaró ayer que las galerías han vendido más arte español que extranjero. "El resultado final es el fortalecimiento de Arco, con más compras por instituciones y empresas, más galerías, más coleccionismo institucional y más visitantes". Como ha ocurrido en otras ediciones, las galerías no ofrecen cifras de ventas "porque consideran que no representan la realidad y ninguna feria las dice al final", La feria fue visitada a mediodía de ayer por José María Aznar, presidente del Partido Popular, que tras un recorrido señaló sus preferencias: Picasso, Botero, Arroyo y Rueda."Las ferias representan un estímulo para el mercado del arte", señaló Gómez-Baeza, quien defendió una estrategia común en un momento favorable del mercado. "Somos una plataforma comercial, una galería de galerías, y es inútil el debate sobre su carácter cultural. El arte es una necesidad social y en España no tenemos un patrimonio de este siglo, se desconocen en muchas ciudades las grandes corrientes artísticas".

Galeristas como Soledad Lorenzo, Oliva Arauna, Luis Adelantado y Helga de Alvear destacaron ayer el "buen nivel" de ventas durante la feria, con algunas piezas que se pensaban concretar en las próximos días, como un tápies de 23 millones para un museo. En las últimas horas de ayer también se definieron compras -el último leiro por cuatro millones en Marisa Marimón, de Orense-, junto con el intercambio entre los galeristas, con obras para sus fondos o colecciones personales.

Extranjeros no vuelven

La tendencia a la adquisición de artistas españoles se considera lógica por los profesionales, aunque les gustaría que las colecciones de instituciones, públicas y privadas, se abrieran al arte internacional. "Cuando vamos a Basilea o París venimos a veces sólo con tarjetas de contactos y proyectos, pero lo importante es no distinguir entre arte español y extranjero, sino mostrar artistas en los circuitos internacionales".

Hay galerías extranjeras que al comprobar durante años que no cambia la tendencia han decidido abandonar. Annely Juda, de Londres, y Hans Mayer, de Düsseldorf, han dicho adiós a sus colegas. Pacewildenstein, de Nueva York, que en dos ocasiones han suministrado picassos al Reina Sofía, piensan volver. Han vendido pequeñas piezas pero no los tres cuadros y una escultura de Picasso. El director del Reina Sofía, José Guirao, y la directora de colecciones, Paloma Esteban, se interesaron por una naturaleza muerta de 1937, pero al final pidieron información sobre otras obras de Picasso.

El arte latinoamericano será el invitado de Arco 97, con el comisariado de Octavio Zaya, quien ayer adelantó que evitará Ios tópicos del exotismo y el primitivismo para presentar un arte emergente que coincide con el arte occidental".