Major insiste en que las las eecciones son el mejor camino para el Proceso de paz en el Uster
Major combinó en su discurso mas enérgica condena del con algunos elementos de confianza en el futuro, al que no cierra las puertas. "No hay excusa para regresar a la violencia cuando el camino de las negociaciones entre todos los partidos estaba claramente a la vista", dijo. Aun así, continué, "estamos dispuestos a proseguir el diálogo. con todos los partidos democráticos" de Irlanda del Norte y con el Gobierno irlandés. Sin embargo, el primer ministro, como ya lo ha hecho su homólogo en Dublín, excluyó la posibilidad de nuevos contactos con el Sinn Fein en tanto no se restaure el alto el fuego.En la búsqueda de una salida a la crisis en la que se halla sumido el proceso de paz, Major aseguró que "no habrá piedra que no sea removida". No obstante, la fórmula predilecta de Londres sigue siendo la convocatoria de elecciones. "Es una tontería manifiesta confundir la asamblea prevista con la antigua de Stormont", señaló Major, quien aseguro que su iniciativa había sido mal interpretada.
Las palabras de Major dejaron constancia de que su Gobierno no está dispuesto a aceptar la menor cuota de responsabilidad en la ruptura de la tregua decidida por el Ejército Republicano Irlandés (IRA) el 9 de febrero. Al contrario. "Lamento decir que lo ocurrido el viernes demuestra lo justificada que estaba nuestra cautela" hacia los terroristas, declaró Major ante una repleta Cámara baja.
Buena parte del espectro político británico, incluido un importante sector del Partido Conservador, acusaba ayer en la prensa al Gobierno de haber sembrado de obstáculos el camino de la paz. Una de las críticas más duras procedía del ex primer ministro irlandés Albert Reynolds, que firmó con Major en diciembre de 1993 la Declaración de Downing Street, preámbulo de todo el fallido proceso de paz. El propio líder del Sinn Fein, Gery Adams, volvía ayer a la carga al declarar que el primer ministro británico había traicionado el proceso de paz.
Ahora los Gobiernos de Londres, Dublín y Washington están a la espera de nuevas ideas capaces de romper el punto muerto actual. El ex senador norteamericano George Mitchell, quien encabezó una comisión internacional sobre el desarme en Irlanda del Norte, instó, ayer a las partes a proseguir la vía negociadora, pese al atentado del IRA.
Major en su doble alocución de ayer fue claro al decir que las bombas no abrirán un lugar en la. mesa de negociaciones al IRA.Un incidente aislado
El Gobierno irlandés tiende a analizar el atentado como un incidente aislado, una lamentable advertencia de los paramilitares republicanos contra las continuas demoras en el diálogo prometido por el Gobierno conservador británico. El presidente de EE UU, Bill Clinton, que evitó la condena directa al IRA; apeló también a la disciplina y madurez" de todos para la continuidad del diálogo.
David Trimble, líder del Partido Unionista del Ulster, quien se entrevistó. en Washington con Clinton, al que pidió la suspensión de visados para Adams y la gente del Sinn Fein, dijo que el sentimiento de decepción en Estados Unidos por lo ocurrido el viernes es enorme. "Quienes habían confiado en Gerry Adams [en referencia clara a Clinton] se sienten ahora enormemente decepcionados".
John Hume, líder del Partido Social Demócrata y Laborista, lanzó ayer a la arena una nueva oferta. Un referéndum a realizar a ambos lados de la frontera irlandesa en el que los ciudadanos expresen su apoyo o su condena a la violencia y a la oferta de diálogo político. Dublín respondió con entusiasmo a la oferta, mientras en los Comunes, el radical líder del Partido Unionista Democrático, lan Paisley, reiteraba su condena al terrorismo. Paisley, ofreció a la Cámara pruebas de que el IRA había estado planeando el atentado del viernes en los Docklands desde hacía tres semanas. Al parecer, el camión Ford azul utilizado en el ataque fue robado hace 21 días en Irlanda del Norte.
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