Rusia califica de "injusticia histórica" la ampliación de la OTAN a los países del Este

La ampliación de la OTAN hacia el Este se convirtió en tema central de los debates de la 33ª Conferencia de Política de Seguridad, que se inició ayer en Múnich. Las palabras conciliadoras en varias intervenciones matutinas del canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, parecen haber movido al viceministro ruso de Defensa, Andréi Kokoshin, a dejar de lado un texto escrito que tenía preparado, preñado de graves amenazas ante una posible ampliación de la OTAN hacia el este de Europa. No obstante, en su discurso ante la conferencia, Kokoshin calificó de "injusticia histórica" hacia Rusia la extensión de la Alianza a los países del Este.Abrió la conferencia el canciller Kohl con casi tres cuartos de hora de reflexiones sobre la seguridad europea, en las que el canciller repitió los tópicos habituales sobre los dos pilares de la OTAN, la europea y la transtlántica. Luego el debate que siguió, a las palabras del canciller se centró sobre el tema de la ampliación al Este.

En su discurso, Kohl había mencionado la necesidad de tener encuenta las preocupaciones de Rusia y Ucrania ante la ampliación de la OTAN, y dijo que la Alianza las toma en serio. Se refirió, de forma improvisada no incluida en el texto escrito, a¡ componente psicológico del efecto de la ampliación sobre Moscú, y pidió "paciencia y comprensión" para la situación de Rusia, "un pueblo con gran historia y tradición". Según Kohl, el tema de la ampliación al Este no resulta adecuado para las campañas electorales, ni en EE UU ni en Rusia.

En la discusión posterior a su discurso, Kohl advirtió contra quienes adoptan la actitud de maestros para dar lecciones, a Rusia, e insistió en considerar los miedos de ese país y en la necesidad de evitar que se produzcan recelos hacia Alemania en el sentido de que se vaya a repetir una especie de nueva alianza ruso-prusiana. Dejó claro que él había advertido al presidente Borís Yeltsin que "Rusia no tiene un derecho de veto sobre la ampliación de la OTAN". Siguió el canciller alemán con aplicación de paños calientes a Moscú, y repitió su intención de que Rusia se integre como octavo miembro al G-7 (los países más industrializados).

En el ambiente de la conferencia flotaba ya el texto que se había repartido con la intervención, prevista para primera hora de la tarde, del viceministro ruso de Defensa, Kokoshin. El texto circulaba por los pasillos de la conferencia y era auténtica dinamita.

Según esa versión escrita, la ampliación de la OTAN supone para Rusia un choque cultural comparable a la apertura de Pedro el Grande en el siglo XVII. Kokoshin dice que la destrucción del cordón de los países neutrales entre la OTAN y Rusia "agrava la sensación de vulnerabilidad con implicaciones políticas imprevisibles". Para el político ruso, todavía no se han borrado las fronteras de la guerra fría y podrían reaparecer.

La expansión de la OTAN, según Kokoshin, significa una violación de la evidente obligación de no extender la Alianza después de la disolución del Pacto de Varsovia y de que Rusia consintiese la reunificación de Alemania. Expuso Kokoshin su visión de la existencia de un puente entre Rusia y la OTAN, formado por los países del antiguo Pacto de Varsovia, que es diferente de la idea del cordón sanitario vigente en el pasado. En otros pasajes, el viceministro ruso se expresa con gran dureza: "Muchos piensan en Rusia que los planes (le expansión de la OTAN están concebidos exactamente para dar el golpe definitivo al enemigo de la guerra fría", y "Occidente tiene que comprender que no debería impulsar a Rusia a tomarse la revancha por la pérdida de la guerra fría porque las consecuencias del desarrollo de este tipo de acontecimientos podrían tornarse destructivas para la civilización moderna, poderosa, pero al mismo tiempo extremadamente compleja y, en muchos aspectos, vulnerable".

En la sesión de la tarde se esperaba con expectación la intervención de Kokoshin, quien sorprendió al auditorio con un discurso improvisado, sin la dureza de la versión escrita. Las intervenciones de casi todos los oradores se centraron en preguntar al viceministro ruso qué versión era la válida. Con una, sonrisa pícara, Kokoshin respondió: "Las dos se complementan".