Chirac anuncia que Francia se opondrá a partir de ahora a las pruebas nucleares
Nunca volverán a estallar bombas nucleares francesas. El presidente Jacques Chirac, anunció anoche la conclusión de la serie de explosiones efectuada desde septiembre en Polinesia, y con ella la inclusión de Francia en el grupo de países, que se oponen a todo tipo de ensayos con artefactos reales. El presidente Chirac dijo comprender algunas razones de la hostilidad internacional contra las pruebas francesas: "Sé que lo nuclear puede dar miedo", admitió Chirac. La oposición socialista y la organización ecologista Greenpeace acogieron con la noticia con satisfacción.
"Las armas de Francia son armas para la paz". Con estas palabras, el presidente Chirac puso fin a los 198 ensayos nucleares realizados desde 1960 por Francia, y muy especialmente a la serie de seis efectuada desde el pasado septiembre. La explosión provocada el pasado sábado en Fangataufa, la más potente de todas con sus 120 kilotones (ocho veces la de Hiroshima), fue por tanto la última.Chirac hizo el anuncio en una breve alocución, de dos minutos, retransmitida en directo desde el Elíseo por las principales cadenas de televisión. Eligió cuidadosamente el momento: en vísperas de un viaje oficial a Estados Unidos, donde ahora podrá presentarse como un paladín del desarme, y mientras su popularidad interna empieza a remontar los abismos a que cayó en diciembre.
[El Gobierno norteamericano se felicitó ayer de la decisión, del presidente francés. Un comunicado de la Casa Blanca indicaba que esa decisión "va a proporcionar un nuevo aliento a nuestros esfuerzos para que un. tratado sobre prohibición de los ensayos nucleares pueda ser firmado el próximo otoño", informa Reuter].
En la Conferencia de Desarme de Ginebra, Francia se alinea desde ahora con los países partidarios de la opción cero: nunca más ningún ensayo nuclear. En ese sentido, el Gobierno francés intentará que el tratado sobre prohibición total de pruebas nucleares, cuya firma por 38 países está prevista para septiembre, responda a su nombre.
Penélope Komités, portavoz de la organización ecologista Greenpeace en Francia, se declaró muy satisfecha por la noticia. Y resaltó una paradoja: tras meses de enfrentamiento, Francia y los ecologistas lucharían en el mismo bando a favor de la prohibición total y definitiva de los ensayos. El Gobierno francés retiene todavía varios barcos de Greenpeace, apresados durante las protestas marítimas realizadas frente a Mururoa y Fangataufa.
François Hollande, portavoz del Partido Socialista, señaló que "todo el mundo debía sentirse contento". "Creemos, más que nunca, que los últimos ensayos no debían haberse realizado", añadió el portavoz.
Desde que Chirac dio a conocer su intención de reanudar los ensayos nucleares, suspendidos por su antecesor François Mitterrand, numerosos gobiernos, sostenidos por sus opiniones públicas, y todas las organizaciones ecologistas, expresaron su desacuerdo.
El primer ensayo, efectuado el 5 de septiembre en el atolón de Mururoa (Polinesia francesa) provocó graves disturbios en Tahití, capital de los archipiélagos, y despertó una hostilidad generalizada en el mundo. Las ocho pruebas que debían realizarse, de acuerdo con los planes anunciados por el presidente francés en junio pasado, se quedaron en siete y finalmente en seis.Un mal cálculo
El presidente francés había intentado hacer un gesto que reavivara la grandeur gaullista al inicio de su presidencia, pero calculó mal las consecuencias. Boicoteos contra los productos franceses, roces diplomáticos (incluso con varios de sus socios en la Unión * Europa) y una alta impopularidad fueron el precio del gesto, apoyado por la poderosa industria nuclear de Francia y, sólo parcialmente justificado por razones técnicas.
El ministro de Defensa, Charles Millon, se entrevistó ayer por la mañana con Chirac y manifestó luego que los ensayos habían sido "un éxito" desde el punto de vista científico. Desde ese momento, señaló, Francia disponía de la capacidad tecnológica para simular explosiones en laboratorio. La adquisición de esa capacidad había sido la justificación oficial de los ensayos nucleares polinesios.
"Creo haber cumplido con mi primera gran tarea como presidente", declaró anoche el presidente Chirac. Según él, las seis explosiones efectuadas desde septiembre en los atolones de Mururoa y Fangataufa habían permitido asegurar "los medios necesarios para la defensa de Francia durante los próximos decenios". "Quiero la paz, una paz sólida y duradera", manifestó, "pero la paz, como la libertad, se construye cada día".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.