Los grandes no tienen huecos
Entre los directores con los que ha entrado en contacto la ONE hay diferencias importantes: de maestros de la talla del israelí Eliahu Inbal, el finlandés Essa Pekka-Salonen y el ruso Yuri Temirkanov, a Maris Janson, Whunghung y Walter Weler. También hay problemas para encontrar directores a tiempo parcial o para un concierto. El calendario de los grandes está a rebosar. En sus agendas no hay ni un solo hueco de aquí al año 2000.Bastan unos cuantos ejemplos para ver cómo está el panorama. Dos de los grandes, Celibidache y Giulini, están enfermos y tienen que restringir al máximo sus actuaciones. Claudio Abbado compagina la titularidad de la Filarmónica de Berlín con la Mahler Young Orchestra, formación de jóvenes creada por él, y la Orquesta de Jóvenes de la Comunidad Europea. Con todas estas formaciones hace giras, conciertos y graba discos, además de asistir al Festival de Salzburgo. Daniel Barenboim es titular de la Filarmónica de Chicago, de la ópera y la Filarmónica de Berlín, donde es habitual. Además, toca el piano. Zubin Mehta es director vitalicio de la Orquesta de Israel, titular del Teatro Comunale de Florencia y del Maggio Fiorentino; y a partir de 1997 se hace cargo de la ópera de Múnich. Lorin Maazel está ya harto de digirir y este año dejará la Sinfónica de Pittsburg para dedicarse a componer.
Se ha intentado que todos estos grandes músicos actúen con la ONE como invitados o para dar un concierto en España. Pero contratos de este tipo se firman con muchos años de antelación, por lo que, de momento, sólo el ruso Ternirkanov ha encontrado un hueco en el año 1997.
Babelia
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