El ex tesorero de la campaña de Samper amplía sus acusaciones
Como "absurdas, calumniosas e infames" calificó el presidente Ernesto Samper las nuevas declaraciones de Santiago Medina, ex tesoro de su campaña. Medina, al ampliar su declaración, aportó pruebas comprometedoras contra el presidente colombiano. Como el pasado lunes el ex ministro de Defensa Fernando Botero, Medina decidió hacer pública parte de su declaración a la fiscalía a través de dos medios extranjeros, Televisión Española y la CNN.
A mediodía de ayer, la fiscalía aseguró que esta entrevista no había sido solicitada, y ordenó una investigación. Fue una resuesta a la explicación que pidió Gobierno de por qué los deteidos del llamado proceso 8.000 están haciendo declaraciones a la prensa y, en muchos casos, están violando el secreto del sumario.Los medios se encargaron de dagar hasta qué punto son ciertos los documentos presentados por Medina, el anticuario que tiene hoy su casa por prisión. Hasta ahora lo único que se ha encontrado es una simple coincidencia de apellidos entre la mujer con la que Samper se reunió en Quito el 4 de septiembre pasado -y que Medina asegura es una emisaria del cartel de Cali- con los de una mujer en cuyo apartamento fue detenido uno de los más grandes testaferros e1 cartel. Nadie ha dicho nada sobre la supuesta implicación del ministro de Relaciones Exteriores, Rodrigo Pardo, denunciada también por Medina. Parda era hasta ahora el único hombre del presidente que no había sido tocado por el escándalo.
Medina acusó, pero se lavó las manos. "Samper nos engañó todos; desafortunadamente, nos dimos cuenta tarde. Yo sólo cumplia órdenes. Yo soy inocente, los demás son culpables", afirmó. Ha sido la táctica usada por todos los personajes implicacados en este escándalo, incluido el prresidente. La única que ha asumido frontalmente toda su responsabilidad es la ex senadora María Izquierdo. Esta mujer, que decidió tomar la senda mística hacia la verdad, reconoció ante la fiscalía su propia culpa. Según dijo, recibió 30 millones de pesos, provenientes del cartel, en la casa de Santiago Medina para financiar la campaña en su región. La ex senadora arrepentida solicitó ayer, con carácter urgente, que la fiscalía acepte una ampliación de su declaración lo más pronto posible. María Izquierdo es otra de las personas que dicen estar gravemente amenazadas en Colombia.
La crisis empezó a hacer mella también en las Fuerzas Armadas. El mayor general (equivalente en España a teniente general) Emilio Cifuentes, comandante de la Segunda División del Ejército, renunció a su cargo. "Lo que me dicta mi conciencia simplemente consiste en que el presidente de la República no merece mi respaldo", dijo al abandonar 25 años de vida castrense.
Y en medio de este caos ya se dan algunas señales de lo que políticos y comentaristas creen que se avecina: una especie de guerra civil entre ricos y pobres. Mientras las señoras encopetadas de Bogotá pidieron la renuncia de Samper, en los barrios pobres las amas de casa también salieron a la calle, pero a pedir al presidente que se mantenga.
El presidente "autista", como se empieza a 'llamar a Samper, parece no percibir el peligro que se avecina, y sigue echándole leña al fuego. En un discurso populista pronunciado el viernes en una pequeña población vecina de Bogotá y durante un acto en homenaje a una heroína de la independencia, dijo: "No vamos a ceder, vamos a seguir defendiendo los intereses sociales de la mayoría de los colombianos".
En este mismo acto, Samper repitió que seguirá adelante con su propuesta de consulta popular. Para realizar la consulta en la que se decidirá la permanencia o no de Samper, es necesaria la aprobación del Legislativo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.