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El MOPTMA construye depuradoras de aguas por valor de 29.000 millones

El Plan de Saneamiento integral del Gran Bilbao lleva dos años de retraso

R. RUIZ / A. GUENAGAEl Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA) tiene actualmente en marcha la construcción de depuradoras de aguas residuales por valor de 29.000 millones de pesetas. La segunda fase de la gran depuradora de Galindo, que tiene por misión limpiar la ría de Bilbao, es la estrella de las obras, junto a las que limpian los ríos mineros de Asturias y Campo de Dalías (Almería). La instalación de Galindo supone 7.000 millones de inversión financiados por la Administración central, que se suman a los 3.000 millones ya empleados en la primera fase. Sin embargo, el Plan de Saneamiento Integral del Gran Bilbao lleva ya dos años de retraso respecto a los plazos previstos.

Puntos tan sensibles como la Albufera de Valencia, el Mar Menor de Murcia y Doñana, o ciudades tan importantes como San Sebastián, tienen aun serias lagunas en la depuración de sus aguas residuales. Responden al atraso de España en prestar tan básico servicio, vital para los ríos.El caso del área metropolitana de Bilbao -casi un millón de usuarios- es otro de los más llamativos: En la actualidad, las depuradoras sólo limpian las aguas residuales de un 38% de los usuarios del Consorcio de Aguas del Gran Bilbao, organismo que agrupa a 37 municipios. Los responsables del consorcio reconocen que, aunque los niveles de nitrógeno amoniacal en el agua de la ría del Nervión han descendido de manera significativa, el nivel de oxígeno disuelto en el agua es todavía muy inferior al objetivo marcado. Frente a los 5mg por litro, se está en niveles inferiores a los 2nig.

El baño prometido

El presidente del consorcio, el nacionalista Juan José Olabarría, admitió que desde que se iniciaron las primeras obras del plan en 1984 "no se avanza a los ritmos que todos quisiéramos". El anterior presidente del consorcio, el también nacionalista Beti Duñabeitia, aseguró en diciembre de 1988 no sólo que se iba a dar un baño en 1996 bajo el puente San Antón -junto al casco viejo de Bilbao-, sino que, para 1993 el "65% de la ría estará limpia y esa cifra subirá al 85% en l996". Los plazos no se han cumplido y, en el mejor de los casos, hasta 1997 no se eliminará el 70% de la contaminación ni la población servida alcanzará los 674.000 habitantes.

Los nuevos responsables ponen el punto final de las obras entre el 2002 y el 2004 con una inversión total de 75.000 millones de pesetas. Las obras previstas siguen adelante y a esos 7.000 millones que el MOPTMA invertirá en la segunda fase de la depuradora de Galindo -pieza fundamental en el Plan de Saneamiento, ya que actualmente depura el 93,3% del total del caudal- hay que sumar los 3.100 millones de pesetas que costará la primera fase de la red de saneamiento de Getxo (Vizcaya), financiada entre el Gobierno Vasco y el Consorcio.

Todos los proyectos nacionales del MOPTMA se encuadran en el Plan Nacional de Saneamiento y Depuración de Aguas, aprobado hace un año, y que prevé la inversión por parte del Gobierno central de medio billón de pesetas en diez años, dinero procedente en su mayor parte de los Fondos de Cohesión de la UE.

Se trata de cumplir así con la directiva de la UE de 1991 que obliga a que todas las ciudades de más de 15.000 habitantes equivalentes (unos 10.000 habitantes reales) depuren sus aguas fecales antes de que termine el año 2000, y para las que cuentan entre 2.000 y 15.000 habitantes equivalentes, antes del fin del 2005.

Aunque la mayoría de las obras de depuración de aguas residuales está en manos de los Gobiernos autónomos y los ayuntamientos, el Gobierno central acomete determinados proyectos, por su complicación técnica o por encontrarse en zonas ecológicas de reconocida importancia o en regiones con escasos recursos hídricos que necesitan depuraciones muy finas para reutilizar ese agua.

Un valor ecológico especial es el que tiene la depuradora en construcción del entorno sevillano del Parque Nacional de Doñana (17.650 millones) y la del sur del Mar Menor, en Murcia (3.400 millones). La escasez de recursos hídricos ha impulsado la estación de Adeje / Arona, en el sur de Tenerife (2.500 millones), que prevé reutilizar para riego las aguas.

Además de todas estas depuradoras, cuyas obras ya están iniciadas, el MOPTMA prevé comenzar este año otras de gran envergadura, sobre todo en la Comunidad Valenciana -para el saneamiento de la Albufera-, las ciudades de Huelva y Murcia, el Pirineo aragonés (Jaca y Sabiñánigo), Avilés y Logroño. Para licitar, este año está también el saneamiento de San Sebastián.

Por su parte, los Gobiernos autónomos tienen en marcha la limpieza de aguas en puntos tan importantes, pero aún carentes de tan básico servicio, como Jaén, Huesca, Teruel, la ría de Vigo, la bahía de Santander y numerosos municipios de la costa catalana.

Limpiar ríos y recargar acuíferos

Un proyecto especialmente cuidado por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente es el del saneamiento integral de la zona central de Asturias y limpieza de los ríos mineros. Como dice Salvador Martínez Ciscar, director general de Calidad del Agua desde hace sólo cuatro meses: "Hemos invertido ya 20.000 millones. El agua del Nalón está radicalmente cambiada".La fase que ha entrado en marcha este año prevé unas inversiones de unos 4.000 millones, contando la estación de Oviedo y los colectores de las cuencas mineras.

Sin salir de Asturias, el Estado va a invertir este año otros 3.000 millones en la zona de Gijón,. incluyendo un emisario submarino en la parte oriental de la ciudad y el saneamiento del río Pilón.

Por su novedad, destaca Salvador Martínez Ciscar las tres depuradoras de Campo de Dalías -la zona de invernaderos de Almería-, cuyas obras están recién contratadas. Una inversión de 5.300 millones de pesetas a lo largo de tres años.

La innovación que aportan estas instalaciones es que permitirán, además de la reutilización para regadíos de las aguas depuradas, usar los excedentes en la recarga, mediante inyección, del acuífero para evitar su salinización, ya que ahora, dada su sobreexplotación, padece la intrusión del agua del mar. Para ello se emplearán avanzados tratamientos terciarios de depuración, por ósmosis inversa.

La de Calviá (2.000 millones de pesetas de inversión), zona turística mallorquina de primer orden, prevé también el sistema mixto de reutilización y recarga del acuífero litoral. Ésta es una de las más avanzadas; se prevé que esté lista para entrar en funcionamiento este mismo año.

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