Los europeos se radicalizan ante la moneda única

El bombardeo informativo sobre la aprobación del camino y el nombre de la moneda única europea ha empezado a dar sus frutos. Una encuesta de urgencia elaborada durante la celebración del Consejo europeo de Madrid revela que un 54% de europeos están a favor de la divisa europea y un 37% en contra. Los síes aumentan en cinco puntos respecto a una encuesta similar realizada un mes antes, pero los noes también crecen cuatro puntos. En cualquier caso, crece el número de personas que dicen tener opinión sobre el asunto.Los italianos son los más favorables a la moneda (74%), junto a los habitantes de Luxemburgo (70%), Francia (68%), Bélgica (67%) y España e Irlanda (66%). Sólo un 38% de alemanes están a favor, frente a un 34% antes del Consejo europeo. Pero los oponentes se consolidan en Alemania, país en el que el rechazo ha pasado del 45% al 55%. Los grandes opositores al euro siguen siendo los ciudadanos de Dinamarca (64%), Suecia (60%) y Reino Unido (571/6).

El nombre euro empieza a abrirse camino. Un 69% de los encuestados considera que es un nombre aceptable, frente a un 23% de opositores. La mayor aceptación se da en Holanda (85%), Bélgica (81%), Italia y Luxemburgo (75%), Francia (74%) y Austria y Alemania (71%).

Promocíón del euro

Las fuerzas vivas de la Unión se dieron cita ayer en Bruselas para abrir las campañas de promoción del euro. Los ministros del Ecofin (ministro de Economía y Finanzas) dieron rango. con su presencia a la mesa redonda organizada a la sazón por la Comisión Europea. Una mesa que resulta cara, a tenor del presupuesto de las jornadas: 900.000 ecus (casi 145 millones de pesetas). Su presidente, Jacques Santer, elogió las virtudes del euro: con él tendrá Europa "una moneda única tan sólida", si no más sólida, "que la moneda más fuerte de la Unión", aseguró.

Pedro Solbes hizo un llamamiento para que la campaña de difusión del euro ponga de manifiesto "las ventajas directas" que supondrá para el ciudadano, sin olvidar la necesidad de explicar sus derivadas macroeconómicas.

Por ejemplo, que "los requisitos para formar parte de la unión monetaria son indicadores del seguimiento de unas políticas económicas que la teoría y la práctica nos demuestran que son las que debemos seguir para conseguir la prosperidad de nuestras sociedades". O que "el euro será tan estable como la moneda más estable de las que sustituya para el ciudadano". O que las ventajas de la introducción de la moneda única serán duraderas y los costes de su creación "muy limitados".