_
_
_
_

Excelente actriz

Parecía una película de terror. En la fría mañana del viernes, cuando en el cementerio general de Viena hay aún total oscuridad, fueron exhumados los restos de Franziska Köberl, la vecina envenenada por la viuda negra en 1992. Los médicos patólogos creen que podrán encontrar en el cadáver restos del antidepresivo Anafranil, pero en el caso de Euglucon, el medicamento para bajar los niveles de azúcar en la sangre, los restos desaparecen después de unos años.La policía se prepara para exhumar la próxima semana a un número no revelado de cadáveres, también en provincias, donde se han presentado en los últimos días 50 denuncias. Mientras, la viuda negra está en plena acción y regala un espectáculo, que si no fuera porque ella es una asesina, sería francamente divertido. Los interrogadores de la policía son para ella "los chiquillos"; su confesión, "la charla"; el marcapasos que tiene instalado en su corazón arítmico, "mi fiel motorcito", y las víctimas que mataba "los patitos". Tiene estilo e indiscutible "charme", dice un inspector, pero cuando se enoja, todos tiemblan y la gran dama se transforma en un ser que aterraría al peor matón. Quizá el mejor atributo de la mujer es ser una excelente actriz. Su hija, una psicoterapeuta de 34 años asegura que "jamás" imaginó las actividades criminales de su madre.

Más información
El falso llanto de la 'viuda negra'

A Blauersteiner no le importa contar los detalles de cómo envenenaba, pero a ningún precio quiere confesar dónde está el dinero obtenido de las herencias.Según la policía ha heredado el equivalente a dos millones de dólares (unos 240 millones de pesetas) en los últimos años. Expertos de la policía buscan infructuosamente restos de la fortuna en bancos y sólo han podido demostrar que Blauersteiner recibe 130.000 pesetas mensuales de renta de uno de sus maridos asesinados en 1992 y que posee cuatro millones de pesetas en joyas.

Según el inspector Werner Windisch, la viuda negra "no tiene nada de loca", y sus crímenes perfectos, que no dejan rastro, "los calculaba con precisión". En su piso se encontró una enorme biblioteca médica y el libro standar sobre los efectos negativos de fármacos Píldoras amargas. Experimentó con ella misma, tomando medicamentos para bajar los niveles de azúcar hasta encontrar la mezcla perfecta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_