_
_
_
_

Rosa Montero: "Las mujeres deben vivir en su propio deseo"

Rosa Montero escribió 15 historias de mujeres en El País Semanal luego las recogió algo ampliadas en libro la editorial Alfaguara y ahora, al menos una de sus lectoras, la también novelista Enriqueta Antolín, no sabe dónde poner el libro en su propia biblioteca. Eso fue al menos lo que ella misma dijo en el coloquio que en torno a Historia de mujeres (el primero de las listas de no ficción actualmente, después de un mes de su publicación) se produjo ayer a mediodía en la librería Crisol, en Madrid. Hablaron del libro el escritor Juan José Millás, la propia Antolín y Rosa Montero, que dijo que aquel conjunto de biografías le había servido "para indagar no sólo cómo son las mujeres, obligadas, tantas veces a vivir en el deseo del otro y no en su propio deseo, sino cómo somos los seres humanos"."¿En qué lugar de la estantería pongo este libro?", se preguntó Enriqueta Antolín. "¿En la pura literatura? ¿En biografías? ¿En pedagogía? ¿En historia? ¿En feminismo? Es un libro literario y también es un conjunto biográfico de grandes mujeres, desde María Lejárraga, a quien su marido le robó sus obras teatrales, a las hermanas Bronté". Y tiene de todo lo demás, pero Enriqueta concluyó que lo pondrá en la estantería de los libros de la pasión.

Millás describió el acierto y el rigor con el que Rosa Montero cumplió el encargo periodístico. "En la base de ese acierto está la modestia con que Rosa se enfrentó al trabajo: se ha detenido donde debía detenerse y mezcló con sabiduría el discurso expresivo y el informativo".El poder masculino

No es un libro de historias ejemplares, y por tanto no resulta una hagiografía feminista, dijo Rosa Montero, sino una reflexión sobre el hecho de ser mujer en mundos en los que siempre el poder ha sido masculino. Escribió sólo de mujeres que la apasionaron, y en ese sentido estuvo de acuerdo con la clasificación bibliotecaria de Enriqueta Antolín, Al final de su esfuerzo -se documentó y escribió a lo largo de todo un año-, lo que le quedan sobre las mujeres a las que ha dedicado este trabajo son preguntas, y una de ellas le resulta sustancial: "Por qué la mujer siempre ha vivido en el deseo del otro y no en su propio deseo".

En el coloquio con el público hubo reflexiones muy diversas acerca de la inteligencia, la maldad y la bondad de las biografiadas -por ejemplo, Laura Riding, la mujer de Robert Graves-, y sobre si la inteligencia también puede ser de los malvados. Antolín: "Hay malvados muy inteligentes". Millás reclamó: "La inteligencia debe incluir en su definición que los inteligentes han de ser bondadosos, del mismo modo que el cocido no lo es si no lleva dentro carne". una mujer le preguntó al final a la autora por qué no escribía, una historia de hombres, y ella le respondió: "Cuando descanse de este esfuerzo; quizá dentro de 60 años".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_