Un muerto en un nuevo atentado contra la prensa argelina

Mohamed Jaled, responsable del departamento de documentación y archivo del periódico en lengua francesa L'Independant, fue asesinado el sábado a tiros en los alrededores de la sede del diario, en el centro de Argel, muy cerca del barrio de la Baja Alcazaba. En el atentado resultó también herido de gravedad el propietario y director de la publicación, Nuredin Guitun.El incidente se produjo en la misma puerta del periódico, hacia las 21.00 horas, cuando un grupo de desconocidos disparó contra Guitun cuando se disponía a abandonar el edificio acompañado de uno de sus colaboradores, el responsable del departamento de Documentación.

Los disparos alcanzaron la cabeza de Mohamed Jaled, que pereció en el acto, mientras que el director resultó herido en el abdomen y en la espalda. Los trabajadores salieron rápidamente a la calle y pudieron socorrer al herido, que fue trasladado al hospital Mustafá.

NuredinGuitun es un miembro activo de la Asociación de Editores de Periódicos, que cuenta con un gran prestigio entre los profesionales del sector.

Guitun, formado periodísticamente en la empresa nacional distribuidora de la prensa en Argelia, fundó hace dos anos su periódico con el único respaldo de sus propios bienes. Las dificultades económicas en las que se encontraba sumido, como consecuencia del incremento del precio del papel, le angustiaban, pero a pesar de ello había decidido continuar luchando para que el rotativo no dejara de aparecer ni un solo día.

46 muertos

El atentado contra Guitun y el asesinato de Mohamed Jaled se ha producido tres días después de que cayera asesinado otro periodista, Mohamed Mekati, de 39 años de edad, jefe de la sección internacional del periódico El Muyahid. Metati fue muerto en un incidente similar al que ha costado la vida a Jaled, perpetrado también en el mismo barrio, en la calle de la Libertad, muy cerca de la Alcazaba.Con estas muertes son ya 46 los periodistas asesinados en Argelia en estos tres últimos años. A esa cifra hay que añadir la muerte de al menos una decena de profesionales que, sin ser periodistas o trabajar en las redacciones, estaban vinculados al sector de la información. Además, unas 50.000 personas han perdido la vida en Argelia en acciones armadas desde primeros de 1992, cuando quedó suspendido el proceso electoral.