La decisión es suya

LA LIBERTAD bajo fianza solicitada por el fiscal contra José Barrionuevo significa que el ministerio público aprecia en la causa motivos bastantes para imputarle una responsabilidad criminal. Ello hace altamente probable que el juez Móner decida el procesamiento del ex ministro del Interior. Si ello se confirma, la presunción de - inocencia de Barrionuevo no desaparecería,, pero quedaría muy debilitada. Para llegar a ese punto del proceso han tenido que coincidir en la apreciación de indicios racionales de delito el instructor inicial de la causa, el ministerio público y el juez del Supremo. Barrionuevo mantendría íntegros sus derechos, pero sería un ciudadano bajo sospecha. En esas condiciones, presentarle como candidato en las listas del PSOE sería una torpeza política fronteriza con la provocación. Sería sobre todo un pésimo precedente.El procesamiento de Barrionuevo significaría que el caso GAL llega al Consejo de Ministros. Hace un año, en su entrevista televisiva con Iñaki Gabilondo, Felipe González distinguió entre el Gobierno en sentido amplio y en sentido estricto, negando que pudiera aparecer cualquier implicación de personas que se hubieran sentado en la mesa del Consejo. Jurídicamente, sólo tras una sentencia firme podrán asegurarse o desecharse tales implicaciones. Pero el procesamiento por el Supremo de un ex ministro tiene una carga políticia evidente para toda persona no cegada por la pasión partidista. Incluir a Barrionuevo en la candidatura socialista sena poner a los electores ante un dilema moral que corresponde dilucidar a otros. Si Barrionuevo entiende eso, debería ser él, al margen de lo que opine su partido, quien se adelantase a rechazar la posibilidad de volver a figurar en las listas del PSOE.