Una mina de hierro, posible fosa de miles de víctimas de los serbios de Bosnia
Una antigua mina de hierro abandonada de Ljubija, en el noroeste de Bosnia, puede ser la mayor fosa común de todo el país, a la que los serbios arrojaron miles de cadáveres de las víctimas de sus campañas de purificación étnica en la región, musulmanes fundamentalmente. Ljubija está a unos 20 kilómetros al sur de Prijedor, en la región de Banja Luka, uno de los principales escenanos de las atrocidades serbias a lo largo de la guerra.
Residentes no serbios de esta localidad han contado que a la mina, cerrada desde hace cuatro años, cercada y vigilada 24. horas al día por soldados serbios y con sus alrededores minados, han sido arrojados desde hace años y siguen siéndolo todavía restos de cadáveres, "sobre los que se echa cal o toneladas de escombros.. Los serbobosnios, agregan los testimonios, están exhumando restos de otras fosas comunes en la región y haciéndolos desaparecer en Ljubija. A pesar de la presencia de las tropas de la OTAN en la zona, a los investigadores del Tribunal de La Haya sobre crímenes de guerra se les ha denegado hasta ahora la entrada a la zona de Prijedor. "Es seguro que hay varios miles de asesinados en varios campos de la zona", ha afirmado el. fiscal adjunto de ese alto tribunal, Graham Blewitt.
Ivan Cicak, jefe del comité croata de Helsinkí para los Derechos Humanos, ha dicho al diario estadounidense: "Creemos que puede haber hasta 8.000 cadáveres en la mina, tenemos testigos que vieron los cuerpos". Las patrullas británicas destacadas en Ljubija a veces encuentran cadáveres, generalmente muy descompuestos, pero los serbios se los llevan en cuestión de horas.
En Sarajevo, una cola de tres kilómetros de vehículos pertenenecientes a habitantes de los barrios serbios, cargados con enseres personales, esperaba ayer turno para cruzar el aeropuerto de la capital bosnia y dirigirse hacia territorio bajo, control de sus tropas. La caravana, es la avanzadilla de la que puede formarse a partir de hoy si los habitantes de estos barrios aproximadamente 40.000- deciden irse.
Cambio de manos
La amenaza de evacuar en masa los suburbios de llidza, Orbavica o Vogosca ha sido fórmulada por el líder serbobosnio, Radovan Karadzic. Estos y, otros barrios han de quedar sin fuerzas armadas serbias antes del próximo día 20, según lo dispuesto en los acuerdos de paz firmados en Dayton. El enviado estadounidense Robert Gallucci y el mando de las fuerzas de la OTAN desplegadas en Bosnia intentaba ayer mismo convencer a los dirigentes de los radicales serbios de que no ordenen a los suyos la evacuación de la ciudad. La señal de salida puede ser dada hoy desde Pale. Los jefes serbobosnios han intentado en vano que fuera pospuesta hasta septiembre la entrega de los suburbios que controlan en la capital de los que expulsaron al comienzo de la guerra para homogeneizarlos, étnicamente, a sus entonces mayoritarios vecinos musulmanes y croatas y cuya venganza temen ahora.
La tensión que se vive en la capital bosnia -donde una granada serbia mató el martes a una mujer e hirió a otros 19 pasajeros de un tranvía, ha dado finalmente al traste con la visita del presidente de Estados Unidos. Bill Clinton viajará el sábado solamente a Tuzla, cuartel, general de las tropas estadounidenses, unos 5.000 soldados, desplegadas hasta ahora en Bosnia. A la ciudad norteña acudirá a entrevistarse con Clinton el presidente bosnio, Alia Izetbegovic.
Quien sí se desplazará hoy a Sarajevo es el secretario general,de la OTAN, Javier Solana que inició ayer en Zagreb un periplo balcánico de dos días que le llevará también a Belgrado. Solana se entrevistará con los presidentes Franjo Tudjman, Alia Izetbegovic y Slobodan Milosevic.
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