Movilizaciones en defensa de la filosofía

Burócratas del Ministerio de Educación, ¿por qué un pensador dijo que "el desprecio de la filosofía es siempre sospechoso"?En esté nuestro rico país en corridas de toros y en festejos destinados a torturar sin piedad a animales indefensos, muchos se corren de placer ante la algarabía y el flujo continuo de la sangre ajena; pero casi nadie -y menos aún las autoridades del Ministerio de Educación y Ciencia; MEC para los amigos- suele experimentar el bienaventurado y reconfortante orgasmo filosófico. Y si esto resulta tan cierto como que en España nos satisface más deleitarnos con el buen rioja que con el oscuro concepto, ¿cómo los recatados profesores de filosofía pretendemos del MEC otra resolución que no sea el menosprecio de nuestra amadísima especialidad?

En primer lugar, en lo referente a la asignatura de alternativa a la religión católica, denominada "sociedad, cultura y religión", pienso que el MEC ha accedido a las presiones de la Iglesia católica y nos ha impuesto una asignatura fantasma, que ni siquiera es evaluable, que hemos de impartir a aquellos alumnos que no deseen el adoctrinamiento en el catolicismo reinante. Pues bien, esa medida no arregla el problema de fondo. Éste quedaría solventado si se suprimen ambas materias académicas -fuera del centro educativo, cualquiera puede buscar libremente los consuelos que anhele recibir su alma- o se le otorga una situación académica digna a la alternativa a la reflexión. En segundo lugar, analicemos el entuerto más espinoso y que con más empeño el ministerio no accede a solventar. Se trata de que la asignatura de historia de la filosofía, siendo la disciplina más interesante y formativa que impartimos los profesores de filosofía, resulta ser, paradójicamente, la única no obligatoria para todos los nuevos estudiantes del bachillerato de la LOGSE -lo cual no si sucede en el COU-. Y, desde luego, no parece muy conveniente par a elevar el nivel cultural de nuestro país el que la mayoría de los futuros bachilleres, diplomados, licenciados y doctores incluidos los doctores honoris causa- ignoren el pensamiento de los filósofos clásicos de la historia de la filosofia que tantísimo han contribuido a la formación de la cultura occidental. Por tanto, la más pura lógica nos conduciría a que la materia de historia de la filosofía fuese común a todo el alumnado de segundo de bachillerato de la LOGSE, aun a costa de que alguna otra asignatura dependiente de los departamentos de filosofía dejase de serlo.

Sería deseable que los responsables del MEC -y los consejeros o consellers de Educación de cada comunidad- se atuviesen a los argumentos expuestos y que, por consiguiente, se evitasen las anunciadas movilizaciones y el encierro de los días 19 y 20 de enero en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Si algunos problemas educativos alcanzan su solución con un poco de filosofía, de diálogo y de racionalidad cartesiana y rectificante, ¿por qué causa en el MEC únicamente se disponen a negociar como resultado de las protestas y las reivindicaciones? Mejor nos iría a todos, al MEC y a los docentes, si, tratásemos de llegar a las soluciones más armoniosas, racionales y que no perjudiquen nunca la formación integral de los estudiantes; puesto que imposibilitar tales metas solamente nos hará rebuznar como asnos, pero no por mucho retozarnos en los rebuznos se disipará la magnificencia de la historia de la filosofía ni, por supuesto, hará que los seres humanos dejemos de filosofar.