El nuevo arzobispo de Santiago promete evitar el "integrismo"

Julián Barrio, nombrado ayer por el papa Juan Pablo II nuevo arzobispo de Santiago de Compostela, prometió que tratará de no interferir en asuntos propios del ámbito. de la política para apartarse de enfoques religiosos que calificó de "integristas" y "ajenos a la tradición de la Iglesia católica". En sus primeras declaraciones públicas como arzobispo, el prelado se esforzó por difundir un mensaje aperturista, de fidelidad a los principios del Concilio Vaticano II y con vocación de adaptarse "al signo de los tiempos".Barrio ocupaba interinamente el cargo de obispo administrador desde el 25 de octubre de 1994, cuando relevó a Antonio María Rouco Varela, nombrado arzobispo de Madrid. Su designación definitiva fue acogida con satisfacción en círculos progresistas de la Iglesia gallega, así como en el Gobierno autónomo, del PP, y el Ayuntamiento socialista de Santiago. Aunque Barrio es natural de Zamora y en algunos sectores nacionalistas se había abogado por el nombramiento de un arzobispo gallego, esta circunstancia fue obviada ayer en las primeras reacciones a la decisión del Papa de encomendarle la diócesis compostelana.

El nuevo arzobispo se comprometió a emprender una labor pastoral "dinámica y abierta", que tratará de "responder al signo de los tiempos". Barrio anuncio que evitará cualquier "afán de prepotencia" para incidir en la misión de servicio" que tiene la Iglesia. "No se trata de innovar, sino de revitalizar", agregó, al mismo tiempo que proclamaba su fidelidad al legado del Vaticano II, aunque con la misma preocupación del actual Papa por "releerlo e interpretarlo".

Preguntado por los periodistas, el prelado evitó valorar la actitud del obispo de Mondoñedo Ferrol, José Gea Escolano, quien en multitud de ocasiones ha pedido que no se vote al PSOE por el apoyo de este partido a la despenalización del aborto. Sin embargo, Barrio dejó clara su intención de evitar conflictos políticos ya que, a su juicio, la pretensión de que la Iglesia intervenga constantemente en los asuntos públicos responde a la filosofía propia del "integrismo".