La iniciativa privada evita el cierre de museos norteamericanos
El cierre de la Administración de Estados Unidos, que acaba de entrar en su cuarta semana ininterrumpida después de un paréntesis similar de seis días en noviembre, está afectando de modo sustancial- al sector de la cultura y las ciencias.El ejemplo más sobresaliente ha sido la exposición de Johannes Vermeer, en la National Gallery of Art de Washington DC, una convocatoria de gran éxito que fue suspendida hasta que un inversor privado decidió tomar cartas en el asunto. Aunque en Estados Unidos las artes se apoyan precisamente en el sector privado para su financiación principal, decenas de museos, monumentos nacionales y otras instituciones han sufrido el bloqueo presupuestario.
Un turista que llegue hoy a Nueva York se encontrará con que uno de sus símbolos arquitectónicos más reconocibles, la Estatua de la Libertad, lleva tres semanas cerrado al público, y que sus empleados no tienen la, menor idea de cuándo van a poder reabrirlo.
Los monumentos y parques nacionales de Estados Unidos reciben. diariameríte una media de 383.000 personas. Otro de ellos, afectado también por el paro, es el famoso Monte Rushmore (en Dakota del Sur), donde se encuentran las efigies talladas en roca de los presidentes Washington, Jefferson, Lincoln y Theodore Roosevelt. Sin embargo, estas estatuas han tenido mayor suerte, puesto que un banquero de Cleveland (Ohio) ha decidido pagar de su bolsillo el dinero, habitualmente público, que cuesta iluminarlas por la noche. "Si Washington no soluciona sus problemas pronto, puede que comience un nuevo sistema de financiación pública", dijo ese banquero al periódico The Washington Post.
Vermeer, abierto
Eso era precisamente lo que había hecho ya la fundación privada Richard King Mellon cuando decidió mantener abierta por encima de todo la exposición de Vermeer en Washington y pagar un mínimo de cinco millones de pesetas a la semana para el salario de los bedeles y otros gastos de mantenimiento. En la National Gallery of Art sólo están abiertas las salas dedicadas a Vermeer y no, por ejemplo, las que albergan la también importante retrospectiva sobre el pintor Winslow Homer.El Museo Nacional de Historia Americana pudo abrirse unos días gracias a otra aportación privada, pero ahora ha vuelto a cerrar sus puertas, al igual que el Museo del Holocausto. Tampoco se puede acceder a ninguno de los edificios dependientes de la Smitlisonian Institution, desde el Museo del Arte y el Espacio de Washington hasta el Museo de los Indios Americanos en Nueva York. Otros espacios culturales y artísticos que dependen de la iniciativa privada, como el Metropolitan o el MoMA de Nueva York, se ven afectados por el aumento de los visitantes que no pueden ir a otros sitios.
Babelia
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