Bülent Ecevit: "Una y no más"

Bülent Ecevit, el único político laico en la historia de Turquía que se atrevió a formar un Gobierno de coalición con los islamistas en la década de los setenta, es tajante: "Una y no más". El líder del Partido de Izquierda Democrática (DSP), que ha obtenido un 14,65% de votos, lo tiene claro: "Fue una coalición desastrosa, que duró nueve meses [durante los que se invadió Chipre] y que no estoy dispuesto a repetir. Estoy abierto a negociar con otros partidos. Con el del Bienestar, no. Ellos [los islamistas] son peligrosos y suponen una amenaza para los principios seculares de la nación".A las tres de la madrugada de ayer, la sede del DSP aun era un hervidero y el veterano político de 70 años subía y bajada incansable los cuatro pisos del edificio sin ascensor. "Nos enfrentamos a tiempos difíciles", señalaba al analizar los resultados electorales.

Ecevit, dos veces primer ministro y una tercera en que su Gobierno no obtuvo respaldo parlamentario, se declara preocupado por el futuro inmediato del país que, a falta de claro vencedor en estos comicios, obligará "muy probablemente" a nuevas elecciones en un plazo de dos años.

"Estos resultados reflejan la búsqueda de la identidad por el pueblo turco en un mundo en el que ha desaparecido la bipolarización -entre izquierda y derecha" añade.

Para Ecevit, el "mayor problema," de Turquía en estos momentos es "la rivalidad personal" entre Tansu Çiller, la líder del Partido de la Recta Vía (DYP), y Mesut Yilmaz, el dirigente del Partido de la Madre Patria (ANAP). "Sus partidos son los dos de derechas y no tienen diferencias ideológicas. Forman la coalición natural, con casi el 40% de los votos y casi la mayoría absoluta del Parlamento, pero me temo", afirma, "que las inquinas personales impedirán este acuerdo".

Ecevit considera, sin embargo, que en el caso de los dos partidos socialdemócratas, el DSP que él lidera, y el Partido Popular Republicano (CHP), que dirige Deniz Baykal, "existen diferencias básicas" que impiden el acercamiento.

Ecevit se ha mostrado durante la campaña electoral dispuesto a formar una coalición con ANAP, pero con los votos sobre la mesa que sólo conceden a su partido unos 75 escaños de los 550 del Parlamento, esta coalición no basta para gobernar. El DSP, a pesar del avance -en 1991 sólo obtuvo el 10,8% de los votos-, ha vuelto a fracasar en su intento de convertirse en el partido bisagra, y sólo en una coalición a tres podría volver al Gobierno.