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El cine español mira al público

Inicia su recuperación con 2,5 millones de espectadores más que en 1994

Rocío García

,Mirar al público. Eso es lo que ha hecho este año el cine español. Y el público, siempre desconfiado e infiel, ha vuelto a las salas tras años de darle la espalda. Con una recuperación estimada en 2,5 millones de espectadores con respecto al año pasado, 1995 será recordado como el año del comienzo de la desaparición del estigma maldito sobre el cine español. Los espectadores han llenado las salas, antes tristemente vacías. Y ahí dentro han encontrado una sorprendente variedad del enfoques, de historias y de nombres, muchos de ellos nuevos. Y muchos han salido reconciliados con su cine. El año acabará con una cuota de mercado por encima del 11% , frente al 7,12% de 1994. Es decir, con la estimación de 90 millones de espectadores totales, unos 9 millones han acudido a ver alguna película española. En 1994, los espectadores de cine español fueron 6,8 millones.

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Parece que no es un milagro. El pistoletazo del éxito fue la supresión de las subvenciones anticipadas a las películas, que decidía una comisión nombrada por el Ministerio de Cultura, por las ayudas según la recaudación en taquilla. A ello se ha unido la aportación de nuevos e importantes capitales empresariales, la aparición de nuevos talentos y una política de apoyo y financiación a la industria cinematográfica. Esa feliz combinación ha conseguido hacer del cine español uno de los más vivos en el panorama europeo.

Para el productor Andrés Vicente Gómez, las razones de la vuelta del espectador a nuestro cine no son otras que la recuperación por parte del productor de la libertad necesaria para hacer las películas que él quería. "Se hacían películas de cara a la maldita comisión y ahora se hacen dirigidas a la audiencia y con un talante comercial. La comisión era un freno terrible. Se convocaba caprichosamente, y está demostrado que sus equivocaciones han sido sonoras, ya que primaba películas que luego el público rechazaba. Esta política ha dinamizado el sector de la producción y ha demostrado que se hacen más películas y mejores", dice el productor de títulos como Two much. El presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), Pedro Pérez, resalta que este cambio radical de política ha conseguido recuperar para el productor su papel de empresario que afronta riesgos. "Con el antiguo sistema de subvenciones anticipadas, el director patrimonializaba de alguna manera la película porque creía que la subvención era para él. El riesgo empresarial que tiene que afrontar el productor con el sistema de ayudas por taquillaje crea una relación distinta con el director. El equilibrio entre productor y director es óptimo para que haga una buena película y tenga éxito", explica Pérez.

Han sido muchos y muy variados los filmes que se han ganado sobradamente al público. Directores consagrados -Vicente. Aranda, Pedro Almodóvar, Fernando Trueba- han compartido éxito y gloria con más o menos advenedizos como Alex de la Iglesia, Agustín Díaz Yanes, Manuel Gómez Pereira o Daniel Calparsoro, entre otros. La aventura americana de Fernando Trueba Two much, ha sido el filme que ha batido récords casi históricos. En sólo 21 días de proyección, este filme ha conseguido 1.200.000 espectadores y 692 millones de pesetas. La flor de mi secreto, de Pedro Almodóvar, estrenada el 12 de septiembre y todavía en cartel, película que ha sido elegida por la Academia de Cine para optar a un oscar de Hollywood, ha conseguido 920.000 espectadores y 518 millones de pesetas de recaudación. A ver El día de la bestia, segundo filme de Alex de la Iglesia, han acudido 643.000 espectadores, con una recaudación de 364 millones de pesetas. La película de Montxo Armendáriz Historias del Kronen han ido a verla 750.000 espectadores, con una recaudación de 406 millones de pesetas. La pasión turca, dirigida por Vicente Aranda, fue la película española que mayor recaudación obtuvo en el primer semestre del año, con casi 400 millones de pesetas y 786.000 espectadores. Boca a boca, el último filme de Manuel Gómez Pereira, ha recaudado hasta ahora 305 millones de pesetas.

El abandono del malditismo es, según Gómez Pereira, una de las causas de la recuperación del espectador. "Hay un planteamiento sin prejuicios a la hora de hacer cine. La generación actual quiere, por encima de todo, contar historias, alejados del cine casi de autor de los años sesenta y setenta", afirma el director de Boca a boca, para quien el rigor a la hora del acabado final de los filmes es también - un aliciente fundamental. "El espectador español tiene ya mucha cultura cinematográfica y audiovisual y no se conforma con cualquier cosa, lo que te obliga a un mayor rigor", finaliza Gómez Pereira.

El apoyo político al cine, que, según todos los indicios, será una de las estrellas en liza de la campaña de las elecciones generales de marzo -el presidente del Gobierno, Felipe González, cuenta ya con el apoyo para su campaña de Antonio Banderas, el actor español que más alto ha llegado en Hollywood-, ha sido otro de los elementos a la hora de evaluar las causas del éxito. Enrique Balmaseda, director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), dice que España tiene en estos momentos "el más sensato de los sistemas en Europa y con el menor coste público". Balmaseda no cree que este éxito sea coyuntural: "Tengo la firmísima convicción de que, con los ajustes necesarios, dentro de tres años el cine español se colocará en un 20% de cuota de mercado".

Pero el éxito interior ha traspasado las fronteras. "Llevo más de 20 años acudiendo al MIFFED [la feria de Milán donde se cuece el gran mercado del cine mundial con la presencia de todas las grandes distribuidoras] y la presencia española se limitaba a un stand de Televisión Española. Este año ha habido cinco compañías españolas", dice Andrés Vicente Gómez. El MIFFED fue escenario de una euforia insólita. "Yo nunca había visto nada igual", recuerda el distribuidor y exhibidor Enrique González-Macho, "el interés por el cine español fue enorme". Aparte de los valores de siempre, como Almodóvar, dos películas -Boca a boca y Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto- despertaron el interés de los distribuidores extranjeros. Concretamente, Boca a boca ha sido vendida en 350 millones de pesetas.

"El cine español tiene que romper sus fronteras y hacer películas que se puedan vender fuera", explica Andrés Vicente Gómez, "para ello tenemos que perder el pudor de rodar en otro idioma, siempre y cuando las circunstancias lo requieran". El productor de Two much pone como ejemplo que esta película rodada en Miami ha demostrado que, contando con un reparto y una promoción excepcionales, el cine español puede superar las cifras de las películas americanas. El año que viene, uno de los nueve títulos que producirá Sogetel y Lola Films será rodado también en inglés. Será Perdita Durango, dirigida por Alex de la Iglesia en México y Estados Unidos.

El productor Elías Querejeta está obsesionado con la importancia de las coproducciones europeas de cara a sacar a nuestro cine a un mercado más amplio "El cambio de mentalidad del productor es imprescindible. Europa se tiene que convertir en un mercado muy natural para nosotros. Si hace cuatro años se coprodujeron siete películas con Francia, este año se han hecho 14, y el año que viene espero que sea el triple", dice.

La preocupación ante el 96 es la estabilización del modelo, según el presidente de la FAPAE ". A nadie le tiene que dar miedo el que los beneficios sean muy grandes. Soy optimista en cuanto a pactar un modelo estable con los grandes partidos políticos para que el cine no sufra los vaivenes dependiendo de si gobierna uno u otro", dice Pedro Pérez. En este sentido, Andrés Vicente Gómez expresa también sus deseos de que se mantenga la misma política en el Ministerio de Cultura. "El fondo de garantía [1.600 millones de pesetas depositados en el BEX, que generan una línea de 5.000 millones] tiene que actualizarse. Este fondo es el mismo que hace años, y si se hacen películas de más coste y más éxito tendrá inevitablemente que aumentar", dice.

Todos opinan que el siguiente paso es la distribución, una vez que el sector de la exhibición se ha renovado salvajemente. La necesidad de fuertes distribuidoras españolas que impidan estar al cine español totalmente en manos de las majors americanas. Como ejemplo de que el mercado da para mucho, baste decir que Sogepak Distribución, en su primer año, ha hecho una recaudación bruta de 3.200 millones de pesetas y una facturación de 1.300 millones, de los que el 40% lo ha hecho con cine español.

González Macho, de la distribuidora Alta Films, asegura que es muy difícil recuperar el tejido social que se perdió en este campo. "A mediados de los años ochenta, en España había unas 60 o 70 distribuidoras, y ahora sólo hay 5 o 6", dice González Macho, que lamenta que "estemos en manos de los americanos". "Con 20 distribuidoras potentes españolas podríamos hacer frente al poder de las grandes majors, que tienen en sus nóminas a los mejores profesionales".

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