La encefalopatía bovina no se transmite fácilmente a humanos
La enfermedad de las vacas locas, que trae de cabeza a la industria cárnica británica, está afectando al consumo de carne por las sospechas de que puede transmitirse a los humanos. Ahora, una investigación realizada en el Reino Unido ha demostrado que es muy difícil esta conexión, aunque no que sea imposible.
Más de mil colegios han desterrado la carne de sus menús y varios científicos han asegurado que no comerán carne mientras no se extinga la epidemia de encefalopatía espongiforme bovina (EEB).Uno de los hechos que más ha alarmado a la población británica es la aparición de algunos casos de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob (CJ), equivalente en humanos de la EEB y muy rara, en granjeros que habían estado en contacto con vacas afectadas.
La EEB es una enfermedad extraña y de desarrollo lento, causada al parecer por una forma anormal de una proteína (un prion) que modifica la proteína equivalente del huésped infectado en una especie de reacción en cadena. Los priones difieren según las especies y un prion infeccioso en una especie no puede normalmente modificar los priones de otra. La EEB apareció en el ganado vacuno al que se le dieron de comer restos de ovejas, enfermas.
Dado que no se puede infectar el prion bovino en los hombres para ver si se infectan, en el experimento, publicado hoy en la revista Nature, se han utilizado ratones modificados para expresar la proteína humana. Al inyectarles el prion de CD se han infectado, mientras que al inyectarles tejido bovino han permanecido sanos. Bien es verdad que la vida media de los ratones es mucho más corta que la de los humanos, y que la enfermedad se sospecha que tiene un periodo de incubación de muchos años, por lo que los resultados no son concluyentes, pero sí indicativos de que, ambas proteínas son diferentes.
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