Aznar asegura que González ha sido un buen presidente de la UE, pero no de España

, José María Aznar y los demás dirigentes de la oposición parlamentaria se asemejaron ayer a los líderes europeos. Todos, excepto Julio Anguita, elogiaron, aunque con matices, la presidencia que Felipe González está a punto de concluir al frente de la Unión Europea (UE), y cuyo principal logro es haber pactado las modalidades de introducción de la moneda única. Todos, sin embargo, dudaron que España consiga estar en el pelotón de cabeza que accederá a esa moneda y culpan de ello, en general, a la mala política económica del Gobierno socialista.

Acompañado por su recién estrenado ministro de Asuntos Exteriores, Carlos Westendorp, el presidente Felipe González compareció ayer ante el Congreso para dar cuenta del semestre español y, más concretamente, de la cumbre europea de Madrid del pasado fin de semana. No leyó un texto a la hora de hacer el balance sino que improvisó a partir de unas notas."Podría decirse que usted ha sido un buen presidente europeo y un mal presidente del Gobierno de España", reconoció José María Aznar en un discurso leído. Los demás oradores de la oposición compartieron esta opinión, con la excepción del coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita.

Joaquim Molins, portavoz de Convergència i Unió (CiU), fue uno de los más entusiastas y calificó de "positivos" los resultados de la etapa en que España ha dirigido la UE. Iñaki Anasagasti, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), también le dijo a González que había "hecho una buena presidencia", pero lamentó que "ésta ha sido su presidencia, no nuestro semestre". Hasta Pilar Rahola, de Esquerra Republicana de Catalunya, le felicitó "por aquello que puede ser calificado de éxito indiscutible".

Moneda única

A diferencia de otros países europeos, ninguna fuerza política pone en cuestión que para España es una necesidad estar a tiempo en la moneda única, pero todos dudan de que con la política económica seguida hasta ahora se logre ese objetivo. "Hoy no cumplimos ninguno de los requisitos de Maastricht" para estar, a principios de 1998, en el club restringido de la moneda única, denunció Aznar. Subrayó a continuación que España se estaba incluso alejando de esa meta. Molins pidió "prioridad para el cumplimiento de Maastricht" a pesar de que, durante el debate presupuestario de octubre, CiU no manifestó ninguna prisa por alcanzar los criterios a tiempo. Por su parte, Pilar Rahola preguntó a González: "¿Cómo hará para que ese barco de la moneda única que acaba de botar -con cava catalán espero- no se aleje de su costa?". "Ahí está la verdadera clave entre su éxito y su fracaso", recalcó. Estar entre los elegidos para disfrutar del euro, la futura moneda única, a partir de 1999 exige a España recortar su déficit presupuestario previsto en 1997 en por lo menos unos 400.000 millones de pesetas. Anasagasti sugirió que la próxima campaña electoral esté en buena medida dedicada a este tema pero su idea pareció caer en saco roto.

Anguita se desmarcó de las loas y también de las críticas porque las suyas fueron mucho más radicales. No puso en tela de juicio la utilidad de una moneda única, pero sí los criterios y la metodología de Maastricht. "Los trabajadores y asalariados de España y Europa pagarán un alto precio a causa de la convergencia económica", afirmó antes de vaticinar que dentro de unos años no habrá en la UE 18 millones de parados sino 28.

El coordinador de IU preguntó después de dónde se iba a recortar -Seguridad Social, pensiones...- y qué impuestos se iban a subir para que España alcance el "nirvana" del euro, y acabó, como siempre, pidiendo un referéndum para aprobar una eventual modificación del Tratado de Maastricht. De paso, cometió algún error, como cuando aseguró que los europeos no poseen una Carta Social y González le respondió que 14 países sí gozan de ella.

El jefe del Gobierno echó después mano de las cifras de la Comisión Europea para intentar demostrar que la moneda única estaba al alcance de España. Esas previsiones, recalcó, "nos acercan al cumplimiento de todos los objetivos en la primavera de l998". El déficit presupuestario se situará entonces un 0,6% por encima del máximo autorizado. "Con un esfuerzo de todos, indudablemente, podremos estar en la primera oleada de países", aseguró.