Eres única y te llamarás euro
Relato pormenorizado de cómo los líderes europeos adoptaron en Madrid el nombre de la moneda única
, Acordar el nombre de la criatura es a veces más difícil que decidir engendrarla. Los Quince progenitores de la moneda europea tuvieron el viernes sus más y sus menos a la hora de bautizarla. Aunque la propuesta de euro había madurado, trabar el consenso no fue coser y cantar. Ésta es la narración resumida del debate, a partir de las notas sintéticas de varios antici presentes en la sala, del Consejo Europeo de Madrid. Llámese antici al alto funcionario encargado de tomar apuntes- de los debates comunitarios, en memoria de quien inició esta práctica de actas semitaquigráficas, establecida en 1974 por el embajador italiano Antici.
Felipe González (presidencia española): "Buenos días a todos. Aunque no somos todos; debemos lamentar la ausencia de Andreas Papandreu. Conocen, por la carta que les envié, el orden del día del Consejo Europeo. Esta mañana debemos concentrarnos en las cuestiones aún pendientes sobre el paso a la tercera fase de la moneda única: calendario, nombre, relaciones in-out y pacto de estabilidad. Espero fervientemente que seremos capaces de llegar a un acuerdo esta misma mañana"
Pedro Solbes (presidencia española): "En la reunión de los ministros de Economía y Hacienda en Valencia acordamos los grandes rasgos del escenario del pase a la tercera fase. [Pone sobre el tapete las propuestas de compromiso de la presidencia sobre temas pendientes como las emisiones de deuda pública, pacto de estabilidad y relaciones entre los Estados que accedan a la moneda europea y los que se queden fuera (in out)].. Pero no abordamos la cuestión del nombre, por ser más política. Los servicios jurídicos de la Comisión y del Consejo han confirmado que el tratado permite dar a la moneda un nuevo nombre. Consideran que el ecu (siglas de European Currency Unit) es un nombre genérico. Este acuerdo exige la unanimidad de los Quince".
Jacques Santer (presidente de la Comisión): "Como saben, la Comisión prefiere el ecu, nombre expresamente mencionado por el tratado, pero aceptaría otro que suscitase el consenso".
Jeán Luc Dehaene (Bélgica): "Creo que el nombre euro puede suscitarlo, sin necesidad de añadirle un sufijo que recuerde a las antiguas monedas nacionales".
Apostolos-Athanassios Tschatzopoulos (Grecia): "Aceptamos el euro, pero los griegos tenemos una diferencia con el resto, nuestro alfabeto no es latino. Queremos que en los billetes se pueda escribir también el alfabeto griego".
Lamberto Dini (Italia): "Italia está abierta a cualquier solución, siempre que el nombre evoque la historia de Europa, y no se opone al euro".
Antonio Guterres (Portugal): "De acuerdo con el euro. Cuando Jesucristo decidió crear su Iglesia le dijo a Pedro, para responsabilizarle del futuro de ésta, que él era su piedra y sobre ella la fundaría.Tú eres euro y sobre este euro edificaremos nuestra Europa".
Vim Kok (Holanda): "De acuerdo también, pero siempre habrá el riesgo de que, incluso si se decide euro a secas, sin adición de los nombres de las monedas nacionales, en la práctica la gente, acabe añadiéndole el nombre de su moneda nacional".
Jacques Chirac (Francia): "Sólo quiero formular una observación sobre el nombre. ¿Por qué tanta urgencia para decidir el nombre de una moneda que no estará en circulación hasta el año 2002? Es necesario consultar antes a los futuros usuarios [énfasis] antes que acordar tecnocráticamente [énfasis] el nombre. Sugiero que realicemos un sondeo en los 15 países para conocer la opinión de los ciudadanos. Y apoyo la intervención de la delegación griega, por que no es lógico que un billete no sea legible en un país de la UE".
Gorän Persson (Suecia): "O. K. al euro".
John Major (Reino Unido): "Bautizar a la criatura antes del embarazo es siempre prematuro. El Reino Unido podría aceptar el euro, aunque no nos gusta porque es el más bajo mínimo común denominador. Preferiríamos el florín u otras alternativas". [Prosigue haciendo un análisis dramático sobre las consecuencias de las dos velocidades monetarias, in-out y acaba disculpándose por "plantear más interrogantes que respuestas"].
Helmut Kohl (Alemania), "Estamos a favor del euro. La condición fundamental para el nombre es que sea psicológicamente aceptable por la opinión pública, y creemos que euro lo es. La propuesta de sondeo de Jacques es muy bonita en términos democráticos, pero, francamente, no es una solución práctica: en Alemania daría por resultado el marco [Responde a continuación al catastrofismo de Major]. La unión monetaria es condición indispensable de la unión política, y para Alemania ambas son indisociables, porque no nos situamos en la óptica de una mera zona de libre cambio". [Pone varios ejemplos de avances que desmienten el europesimismo de Major, fruto de su asistencia continuada durante 13 anos a las cumbres europeas].
Jean Claude Juncker (Luxemburgo): "Nosotros estamos más o menos de acuerdo con el nombre de euro, pero consideramos que esta decisión no es muy importante, salvo en la óptica de una, muy necesaria, campaña dirigida a vender [énfasis] la moneda única a la opínión pública.
Franz Vranitzki (Austria): "Queridos colegas, no debemos olvidar las esperanzas suscitadas en la opinión pública. La decisión debemos tomarla hoy. Hay que evitar dar la sensación de que se producen vacilaciones en un asunto tan sensible como el monetario".
Marti Ahtisaari (Finlandia): "Estoy de acuerdo, y por nosotros no habrá problema. Aceptaríamos, cualquier solución solvente, el marco, el franco y también el euro.
John Bruton (Irlanda): "Me sumo a Vranitzky. Nosotros aceptaríamos el ecu, el euro y también el florín. Es esencial tomar hoy la decisión. Un fracaso en esta cuestión tan simbólica tendría efectos muy negativos, monetarios y para la construcción europea".
Felipe González (presidencia española): "Para concluir, constato que estamos todos de acuerdo [énfasis] en todos los temas [se refiere a la fecha de la selección de las divisas que accedan a la moneda única, a las emisiones de deuda pública y a otros flecos de la puesta en marcha de la última fase de la unión monetaria]. En cuanto al nombre han surgido dos problemas. El suscitado por Grecia es muy real. Debemos encontrarle en breve una solución técnica. En cuanto al sondeo que sugiere el presidente de la República Francesa, parece que la opinión es que no sería muy indicativo. El caso es que estamos ante la necesidad de decidir hoy, si se adopta el nombre o no. En varias intervenciones se ha subrayado la necesidad política de hacerlo.
Jacques Chirac (Francia):. "Sigo creyendo que es conveniente dejar la cuestión del nombre a los expertos [aparente contradicción con su propuesta de sondeo]. Pero aun así trataré de tener en cuenta el deseo de González sobre la toma de una decisión".
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