El Banco de España anticipa una bajada de tipos
Los mercados esperan un recorte del precio del dinero tras la rebaja en 0.25 puntos del tipo de intervención diaria
El Banco de España dejó claro ayer que, a diferencia de lo ocurrido en el transcurso del año, esta vez sí puede aprovechar el recorte de los tipos de interés en Alemania para relajar también su política monetaria. El banco central redujo un cuarto de punto, al 9,05%, el tipo de intervención de los préstamos que concede a diario a las entidades financieras, una medida que permite anticipar un recorte similar en el precio del dinero (ahora, en el 9,25%) el próximo día 22. Así lo han asumido los principales bancos, que respondieron a la medida aplicando rebajas de entre 0,25 y un punto en algunos de sus créditos. Francia se sumó a la relajación monetaria que el día anterior aplicaron seis países. La Bolsa y la deuda subieron animadas por la perspectiva de que bajen los tipos.
Nadie en el mercado tenía duda ayer de que la autoridad monetaria bajará los tipos de interés, ahora en el 9,25%, en la última subasta decenal del año, que se celebra el próximo viernes. Una opinión que comparte el secretario de Estado de Economía, Manuel Conthe, quien expresó su confianza en que el Banco de España bajará sus tipos en la última subasta del año. Una actuación, dijo, congruente con la contención de la inflación, que es la primera preocupación del banco central, y compatible con la fortaleza de la peseta.La opinión del mercado no es unánime, sin embargo, en lo que respecta al importe de la bajada y si va a haber bajada, sobre todo por el rigor que trata de aplicar el gobernador para contener la inflación. El dato del IPC publicado ayer fue regular, aunque la inflación subyacente -baja una décima hasta el 4,8% interanual- presentó una sensible mejora. La prudencia que caracteriza a la autoridad monetaria desde que goza de independencia, en cualquier caso, permite aventurar que el día 22 puede haber un regalo navideño en forma de un cuarto de punto menos en el precio del dinero.
"Con un recorte de 0,25 puntos satisface las expectativas del mercado y deja la puerta abierta a bajadas adicionales si la inflación va bien, en el primer trimestre de 1996", opina Fernando de la Vega, de Beta Capital. Nicolás Hernández, de AB Asesores, cree también que la autoridad monetaria optará por la cautela pese a que es muy probable cerrar el año con una inflación del 4,5%, el objetivo del Banco de España.
Otros analistas consultados creen, sin embargo, que el banco central debe aprovechar el margen que le brinda Alemania ahora, la buena evolución de la inflación y la firmeza de la peseta para recortar medio punto y dejar los tipos en el 8,5%. El impulso que los Quince han dado a la Unión Monetaria facilita un recorte mayor, añaden.
Pujol, por un descenso mayor
Jordi Pujol defendió ayer esta última tesis. Calificó de "muy buena noticia" la rebaja en el tipo de intervención y añadió que el banco central "puede bajar ahora, tranquilamente, hasta medio punto y no pasará nada", informa Europa Press. Sean 0,25 o 0,50 puntos, la rebaja supone una ruptura con la política restrictiva que ha aplicado el Banco de España desde principios de año para anticiparse a las presiones inflacionistas que provocaron la subida de impuestos y la sequía y que le desmarcó de la relajación aplicada por el resto de Europa para estimular sus economías. La incertidumbre presupuestaria para 1996 ha sido otro de sus argumentos.Al igual que, España, Francia se sumó un día más tarde que otros países europeos (Bélgica, Holanda, Dinamarca, Austria, Suiza e Irlanda) a las rebajas de los tipos. El Reino Unido ya se anticipó el miércoles pasado. Por segunda vez en nueve días y demostrando su confianza en que la impopular reforma de la Seguridad Social saldrá adelante y que las protestas sociales remitirán, el Banco de Francia anunció que a partir del lunes bajará 0,25 puntos su tipo de intervención, que quedará en el 4,45%, el nivel más bajo de los últimos 23 años.
Menos prima de riesgo
Los mercados de deuda europeos fueron los que más se beneficiaron de los recortes. La baja inflación y la expectativa de que bajen tipos aumentan el atractivo de las inversiones en renta fija. La rentabilidad del bono español a diez años descendió al 9,82%, el nivel más bajo desde la primavera de 1994. Su diferencial con el bono equivalente alemán -el bund-, que refleja la desconfianza del capital foráneo en España y la distancia en la convergencia, se estrechó un día más y se situó en los 3,82 puntos. "Estamos acortando cada día el diferencial con Alemania", señala Nicolás Hernández, "gracias a las expectativas de mejora de los precios y la posible catársis política tras las elecciones". En su opinión, ésta es la situación inversa a lo que sucedió a principios de año, "cuando los escándalos del GAL y las expectativas de inflación dispararon la prima de riesgo".La oleada de bajadas de tipos en Europa y la expectativa, aunque dudosa, de que Estados Unidos reduzca también los suyos en la reunión de la Reserva Federal el próximo martes ha impedido a las monedas de estos países apreciarse frente al marco. El dólar y las divisas europeas periféricas (peseta, libra y franco) se mantuvieron prácticamente invariables ayer. La moneda española cerró en Europa a 85,22 pesetas por marco (85,17 el jueves). El dólar se apreció muy ligeramente hasta los 1,4420 marcos (1,4408 el día anterior). La moneda estadounidense subió 30 céntimos también frente a la española y cerró a 122,78 pesetas.
Las Bolsas europeas, que habían subido en las últimas semanas al descontar estas rebajas, retrocedieron ligeramente ayer debido a la recogida de beneficios. Sólo se salvaron de los recortes Madrid, que, pese a la medida del banco de España ganó sólo un 0,48%, y Milán, que subió un 2,13% en medio de una euforia compradora que se desató tras la moción de confianza que ganó el Gobierno de Lamberto Dini en el Parlamento. París cedió un 0,84%, Londres, un 0,788%, y Francfort cerró con una insignificante caída de 0,04%.
La atención del mercado estará centrada la próxima semana en la última reunión del año del comité de vigilancia de la Reserva Federal. El banco central estadounidense se debate entre la necesidad de dar un impulso a la debilitada economía con una rebaja de sus intereses (los fondos federales están en el 5,75%), algo que es compatible con la contención que está registrando la inflación (bajó al 2,3% en noviembre), o dejar invariable su política hasta que se aclare el panorama presupuestario. La Administración demócrata de Bill Clinton se enfrenta al Congreso, de mayoría republicana, para negociar un plan que equilibre el presupuesto en siete años. Los republicanos tratan de imponer sus recortes, que se concentran en los gastos sociales, negándose a ampliar el techo de endeudamiento de la Administración.
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