España restringirá más la publicidad de tabaco si no se llega aun acuerdo rápido en la Unión Europea

El Gobierno español endurecerá la legislación que limita la publicidad sobre tabaco si no se llega a un acuerdo rápido en el seno de la Unión Europea. Así lo manifestó la ministra de Sanidad, Angeles Amador, después de que ayer acabara sin acuerdo el consejo de ministros europeos que estudió esta cuestión. Sin acuerdo, pero con "grandes avances", según Amador y según el comisario de Asuntos Sociales Padraig Flynn.Tras nueve reuniones de consejo dedicadas a lograr la prohibición total de la publicidad de tabaco, los Quince siguen sin ponerse de acuerdo. Tampoco se pusieron de acuerdo ayer con una propuesta de compromiso presentada por la presidencia española, que no prohíbe la publicidad de forma completa pero sí muy significativa.

Se trata de prohibir la publicidad de tabaco en la radio y las publicaciones escritas -ya está prohibida en la televisión-, en los transportes públicos, discos, folletos, etcétera, además de regular la publicidad indirecta en un plazo de tres años.

Los Estados miembros podrían, sin embargo, tomar medidas adicionales más severas si ese es su deseo.

La propuesta española no ha sido aprobada porque no ha contado con el apoyo del Reino Unido, Dinamarca, Holanda y

Grecia. Pero tanto Amador como Flynn constataron que se está ya "muy cerca" de lograr convencer a parte de estos países y conseguir que la propuesta se apruebe a lo largo del próximo semestre, ya bajo presidencia italiana.

Mucho más lejano parece el consenso en torno a la propuesta de la Comisión Europea de prohibir todo tipo de publicidad de tabaco, salvo en los locales especializados dedicados a la venta de este producto. Sólo Francia, Italia, Portugal, Irlanda, Bélgica, Luxemburgo, España, Suecia y Finlandia: parecen hoy dispuestos a aceptar esta prohibición total sobre la publicidad.

A pesar de que España tiende a la prohibición total, Ángeles Amador descartó que el Gobierno decida implantarla de forma unilateral en España si no hay acuerdo en la Unión Europea.

España más bien tendería a aplicar la propuesta de compromiso que apadrinaba hoy en el consejo de ministros, ya que la prohibición total unilateral provocaría protestas entre los editores o entre los propietarios de emisoras de radio, al ver cómo la competencia de otros países podría seguir utilizando una vía de ingresos a la que ellos no podrían acceder.