Adams agradece al presidente norteamericano su espaldarazo a la paz
El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, agradeció ayer en persona al presidente Bill Clinton su espaldarazo al proceso de paz, dándole "mil bienvenidas" en gaélico, cuando ambos se encontraron en la calle principal del gueto católico de Belfast a media mañana. Era el primero de los dos encuentros que Bill Clinton mantuvo ayer con el presidente del partido republicano, la estrella de la recepción que ofreció el presidente de Estados Unidos a los líderes políticos y económicos del Ulster antes de viajar hoy a Dublín.
El presidente Clinton rompió la neutralidad política que ha caracterizado su visita a Londres y Belfast con una imprevista parada en Falls Road, bastión del republicanismo irlandés. Clinton se bajó del coche blindado en el que viajaba para estrechar la mano de Adams a la puerta de McErleans Bakery, un café donde el líder nacionalista tomaba el té con otros miembros de su partido.La breve conversación entre los dos hombres se limitó al saludo de Adams "le he dicho Cead milefailte, que significa mil bienvenidas en gaélico", explicaría más tarde el líder republicano y a la respuesta de Clinton: "Espero verle esta noche". Fue un encuentro semiespontáneo, según el portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry. El coche del presidente pasaba por delante de la sede del Sinn Fein y se consideró oportuno que se detuviera un momento para saludar a Adams. El líder republicano compartió también un almuerzo con los secretarios de Comercio y de Educación de Estados Unidos, Ron Brown y Dick Riley, respectivamente.
El gesto de Clinton y el trato deferente que ha recibido Adams por parte de la delegación norteamericana provocó malestar en los sectores unionistas más radicales, que esperaban del inquilino de la Casa Blanca una actitud más severa con el líder del partido político que representa. al Ejército Republicano Irlandés IRA).
"Es increíble que el presidente de la mayor potencia muncial no sea capaz de ejercer una influencia mayor sobre los que tienen las armas para que las entreguen, y se limite a cortejar a Adams", declaró ayer Martin Smyth diputado del Partido Unionista del Ulster.
Poco antes, Nancy Soder- berg, asesora del presidente Clinton sobre Irlanda del Norte, ha bía dejado clara la postura de Es tados Unidos en torno al acuerdo anglo-irlandés. En declara ciones a la BBC, Soderberg, in sistió en que Washington no presionará, a Gerry Adams para que acepte el proceso de "doble vía" establecido el martes Por los primeros ministros de Irlanda y del Reino Unido.
Sin presiones
Hasta el momento, el partido republicano irlandés se ha limitado a anunciar que estudiará detenidamente el documento firmado en Downing Street en vísperas de la visita del presidente estadounidense.
"Al contrario de lo que la prensa ha dejado entrever, la Administración estadounidense no está en situación de presionar a ninguna de las partes en conflicto para que acepten ese acuerdo"., dijo Soderberg.
La visita del presidente Bill Clinton no tendrá sólo consecuencias. políticas para el Ulster, sino también económicas. El secretario de Comercio estadounidense, Ron Brown, anunció ayer la creación de 800 nuevos empleos en el sector de las telecomunicaciones.
La compañía CableTel piensa invertir 600 millones de libras (alrededor de 120.,000 millones de pesetas) en la provincia para tender un cable de fibra óptica. Sólo en la última quincena se -han creado 3.000 nuevos empleos en el Ulster, cuya cifra de paro, según destacó el propio Bill Clinton, es ahora la más baja de los últimos 14 años.
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