Los grandes del dibujo barroco sevillano, a través de su obra menos conocida

El dibujo barroco sevillano tiene desde ayer, en la Fundación Focus, de Sevilla (plaza de los Venerables, 8), una exposición de 130 obras, del siglo XVI al XVIII, con una selección de Pacheco, Herrera el Viejo, Velázquez, Murillo, Herrera, el Mozo, Valdés Leal y Comelio Schut, realizada por Alfonso E. Pérez Sánchez. La muestra Tres siglos de dibujo sevillano, patrociriada por el BBV, fue inaugurada por la infanta Cristina.

Un edificio barroco, el hospital de los Venerables, contiene, hasta el 11 de febrero, una visión completa del barroco sevillano a través de los dibujos de sus artistas. El comisario, Alfonso E. Pérez Sánchez, ex director del Museo del Prado, declaró ayer que se había conseguido presentar una visión amplia a lo largo de tres siglos,"En Sevilla y, en general, en toda España, ha habido un desdén. por el dibujo, con muy escasas colecciones. Por ese motivo no se conserva ningún dibujo de Zurbarán y escasos cinco o seis seguros de Velázquez", afirmó Pérez. Sánchez. "En el siglo XIX se produjo un enorme saqueo, fruto del desprecio y de la ignorancia, con conjuntos de obras que fueron a parar al extranjero. En Sevilla, hubo colecciones realizadas por artistas y por viajeros ingleses, que compraron obras en la misma catedral".

Han vuelto a Sevilla dibujos depositados en el Btitish Museum, de Londres; la Galeria de los Uffizi de Florencia, la Kuristhalle de Hamburgo y el Louvre de París, unidos a otros del Prado, la Biblioteca Nacional, la Academia de Bellas Artes de San Fernando y tres coleccionistas privados, dos de EE UU.

Pérez Sánchez alertó del riesgo de cambiar el desdén del siglo pasado. por la valoración excesiva de las piezas todavía ocultas, por lo que animó a rescatar a partir de la exposición un material científico desconocido.

La exposición comienza en la primera planta del Hospital de los Venerables con el siglo XVI y una ciudad en pleno auge económico que, según. Pérez Sánchez, atraía a los artistas flamencos e italianos. El montaje se abre con obras de Luis de Vargas, Pedro de Campaña y Jerónimo Hernández. De Francisco Pachecó se han reunido 15 dibujos y de Herrera el Viejo un total de 26, el mayor conjunto de la muestra, con un gran avance del naturalismo hacia el barroco.

De Velázquez se muestran cuatro dibujos, de los cinco o seis que se conservan con seguridad de su mano, aunque Perez Sánchez cita como seguros los del cardenal Borja y el retrato de muchacha.

En la planta segunda, de Murillo se enseñan todas sus facetas con 24 dibujos, la presencia más extensa desde los 20 que se exhibieron en su centenario en Londres y Madrid, desde los dibujos rápidos a pluma gruesa a los meticulosos de intención más pictórica. Herrera el Mozo está representado con 15 dibujos, de gran influencia en los medios artísticos de Madrid y Sevilla al traer un "barroco a la italiana". Valdés Leal tiene 12 obras, y con el flamenco Cornelio Schut, con seis piezas, se amplía la influencia de Murillo. Como una pr puesta de continuidad en la investigación artística propone Pérez Sánchez los autores y obras del siglo XVIII poco conocidas que cierran la exposición, a través de Domingo Martínez, Duque Comejo, Juan de Espinal o Jerónimo Bobadilla. Estos y otros artistas prolongan el barroco, pintando a la manera de Murillo en iglesias sevillanas.