Rabat y Túnez pugnan por ser la sede de la próxima reunión

Cuando todavía no ha empezado a Conferencia de Barcelona, la sede de la próxima cumbre euromediterránea, que debe celebrarse en la cuenca sur, se ha convertido ya en objeto de pugna entre algunos países árabes. Marruecos y Túnez -aunque también, con menores posibilidades, Egipto- optan a organizarla. Rabat tiene más números para esta lotería por su mayor peso en el Magreb y porque históricamente fue el que empujó a que la UE lanzase su nueva política mediterránea. Túnez alega que ha sido el primero de la cuenca sur en firmar un acuerdo de asociación euromediterránea.La segunda Conferencia congregará, junto a los ministros de Exteriores, a los jefes de Estado y de Gobierno. Esta decisión, sugerida por Francia, no ha sido aún adoptada. La reunión de Barcelona es, como se había previsto, interministerial. Es decir, participarán los ministros de Exteriores de los Quince y los Doce de la cuenca sur.

La única excepción es la de Yasir Arafat, como cabeza visible de la Autoridad Nacional Palestina. Finalmente, ni el primer ministro israelí, Simón Peres, ni el presidente tunecino, Ben Ali, que habían mostrado su intención de acudir a Barcelona, estarán presentes. Acudirá hoy, eso sí, el primer ministro marroquí, Abdelatif Filali, porque es también el titular de Exteriores de su país. Algo parecido sucede con el maltés Guido de Marco, el holandés Hans Van Mierlo y el turco Deniz Baykal, quienes desempeñan el rango de viceprimer ministro en sus respectivos Gobiernos. Junto a los participantes estarán los "invitados especiales" (Mauritania, Liga Arabe y Unión del Magreb Arabe).