Las ONG piden la supresión del Euroejército y el arsenal atómico
La Conferencia Mediterránea Alternativa, promovida por las organizaciones no gubernamentales (ONG), exigió ayer la desaparición de las armas nucleares en el área del Mediterráneo y la supresión del Euroejército del Sur como garantías de paz en la zona. Las conclusiones de las ponencias de seguridad critican las "políticas agresivas" de la OTAN y la UEO hacia los países del sur del Mediterráneo, y hacen un llamamiento al diálogo desde la sociedad civil para resolver los conflictos.Este foro alternativo ha adoptado una resolución que conmina a todos los países del Mediterráneo a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), y va un poco más allá: pide el abandono de las pruebas nucleares por parte de Israel y Francia, y propone planes de desarme que conduzcan a la desaparición total de las armas nucleares, químicas y biológicas en la región.
La conferencia adoptó también otras propuestas de aplicación inmediata' como la reducción de los presupuestos de defensa hasta situarlos por debajo del 1% del PIB y supeditar la compraventa de armas a la aprobación de los parlamentos.
Programa común
La conferencia alternativa concluye el martes. Mientras, el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, clausuró ayer el Encuentro Euromediterráneo de Fuerzas Progresistas y de Izquierdas, que durante dos días ha reunido a 55 delegaciones de 16 países europeos y 14 de la otra orilla mediterránea, incluida Libia. Anguita propuso en su discurso un programa común "de mínimos".Esos puntos, que se pretenden asumibles por las diferentes fuerzas asistentes -repartidas entre miembros de la Internacional Socialista, comunistas y movimientos de liberación-, los basó Anguita en dos principios: solidaridad de la Europa rica con el Sur y corresponsabilidad de las fuerzas del Sur, en el sentido de comprometerse a superar "las estructuras agrarias y casi feudales" que predominan en algunos de sus países.
Concretando un poco más, el líder de IU fijó una propuesta sobre la base de cinco principios: sustituir el PIB por otros índices de desarrollo de tipo humano, como el de empleo o el acceso a la vivienda; sustituir la competitividad por la solidaridad; que esa solidaridad europea se cuantifique en las inversiones que no se destinan a armamento; el compromiso de luchar por los derechos humanos, que en el Sur se concreta en "la sustitución de los regímenes feudales", y la reconsideración de la política agraria común.
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