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CONFERENCIA EUROMEDITERRÁNEA

Muchos candidatos y pocos elegidos

Todos han querido estar, pero muy pocos son los elegidos. A la Conferencia Euromediterránea han pedido ser invitados decenas de países terceros, desde México hasta África del Sur, pero al final sólo participarán en ella la Unión Europea (UE) y los 12 Estados de la cuenca con los que tiene acuerdos vigentes (Turquía, Chipre, Malta, Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Siria y Palestina).Habrá además tres invitados especiales que podrán asistir a los debates, incluso a aquellos que se celebren a puerta cerrada, entre los 27 ministros. Serán los secretarios generales de dos organizaciones, inoperantes, la Liga Árabe y la Unión del Magreb Árabe, y un representante mauritano al que Francia ha colado por la puerta trasera.

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Libertades, sólo buenas intenciones

La UE ha exigido que en ninguna de las delegaciones de las dos organizaciones regionales figure un ciudadano de Libia, el único país mediterráneo árabe que no ha sido invitado porque, según la versión oficial, carece de acuerdo con la UE. La verdadera razón es su supuesta implicación en sendos atentados contra un avión norteamericano de la compañía Pan Am y un francés de UTA.

Hasta el último momento los árabes han intentado incluir a Libia. Ahmed Jerbi, un alto funcionario de Argelia, el país que actúa como coordinador de los árabes, reiteró e jueves que seguirá adelante con sus gestiones para que e régimen del coronel Muammar el Gaddafi reciba la tarjeta con la ansiada invitación.

Tira y afloja

También Washington quiso estar presente en el foro mediterráneo. Entre los europeos hubo un tira y afloja, pero, al final, Francia impuso de nuevo su punto de vista. Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudí, los países del Este, Eslovenia, Albania y las repúblicas bálticas serán invitados a asistir sólo a la parte de la conferencia que será retransmitida por televisión.En la cumbre europea de Formentor (Mallorca), de finales de septiembre, el presidente francés, Jacques Chirac, dejó claro su rechazo a cualquier presencia activa norteamericana y sus colaboradores argumentaron que Washington no había permitido que la UE fuese observadora en el foro de cooperación económica que reúne a países de Asia y del Pacífico ni en la cumbre de las Américas, que se celebró en Miami en enero.

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Todos están, sin embargo, de acuerdo en que si algún día la conferencia genera un foro donde se negocie la seguridad del Mediterráneo, EE UU y Rusia deberán participar plenamente.

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