Un telescopio para escuchar los cantos del Sol

Un telescopio solar en Tierra pasa la noche inutilizado y el día, si está nublado, ciego; si se coloca en órbita terrestre no importan las nubes ni las distorsiones atmosféricas, pero tampoco ve constantemente el Sol. El Soho será el primer observatorio solar que -situado en un punto de equilibrio gravitatorio entre la, Tierra y el Sol- no perderá de vista ni un momento, durante dos años como mínimo, a nuestra estrella. Doce instrumentos científicos proporcionarán una cantidad de datos sin precedentes para conocerla mejor.A los astrónomos se les acumulan los lanzamientos de telescopios estos días: si el pasado día 16 se puso en órbita el observatorio europeo de Infrarrojos ISO, para mañana está previsto el lanzamiento del Soho desde la base de la NASA en Florida con un cohete Atlas. El próximo mes de abril saldrán al espacio los cuatro satélites de la misión Cluster (información en esta misma página).

Viento solar

El Soho (Solar and Heliospheric Observatory) es una misión de la Agencia Europea del Espacio (ESA), con participación estadounidense, para estudiar los mecanismos de calentamiento por los que la atmósfera o corona de la estrella alcanza temperaturas de millones de grados. y el origen y los procesos de aceleración del viento solar (flujo de partículas -electrones, protones e iones- que llega hasta la Tierra e interactúa con su entorno).Un o de los objetivos prioritarios de este satélite, dicen sus diseñadores, "es registrar con alta fidelidad los cantos del Sol". Estos cantos, producidos por ondas de reverberación en el interior de la estrella, no se propagan por el espacio casi vacío interplanetario, además sus frecuencias son, demasiado bajas para el oído humano, pero pueden, detetectarse los movimientos rítmicos en la superficie del astro y Ias oscilaciones resultantes tienen unas frecuencias precisas, como notas musicales. Su análisis debe proporcionar nueva información sobre cómo está hecho".

Martin Huber, director del departamento de ciencia espacial de la ESA, asegura que nunca hasta ahora los especialistas de física solar han tenido la oportunidad de trabajar con un observatorio tan completo para acceder a todo el Sol. Los 12 instrumentos están diseñados para estudiar una o dos de las regiones objetivo (el interior oculto, la atmósfera transparente y el viento solar) de forma diferente pero complementaria.

"Las oscilaciones de la superficie visible nos permiten mirar más allá de la máscara de la cara visible de Sol", explica Vicente Domingo, director científico de proyecto Soho por parte de la ESA. "La técnica es como la sismología, que utiliza las ondas de los terremotos para descubrir las capas y estructuras internas de la Tierra. Así que lo llamamos heliosismología".

Las oscilaciones solares estudiadas con observatorios instalados en Tierra han mostrado que la turbulenta capa exterior de la estrella denominada zona convectiva es más gruesa de los que se esperaba. Este es uno de los terrenos en que el nuevo observatorio tomará información detallada. Los científicos también buscarán mediante la heliosismología la dinamo interna que, ellos creen, genera el campo magnético externo del Sol.

El Soho, construido bajo la dirección de la empresa francesa Matra, mide 3,65 metros de altura y pesa 1.875 kilos, incluidos 650 de instrumentos científicos desarrollados por 12 consorcios internacionales de 15 países. La misión es casi totalmente responsabilidad de la ESA, mientras que la NASA estadounidense se hace cargo de su lanzamiento y de su seguimiento, además de aportar algunos equipos y el experimento MDl. El control de la misión, aunque se encargará de ella la ESA, se realizará desde el Centro Goddard de la NASA (cerca de Washington).

En la instrumentación participan grupos científicos e industriales españoles. El Instituto de Astrofísica de Canarias ha preparado dispositivos para los experimentos Golf (que medirá la velocidad de las oscilaciones solares) y Virgo (que medirá la irradiación solar). Además, el equipo de Juan Sequeiros de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) participa en el experimento CEPAC para detectar partículas producidas en fulguraciones solares, en concreto en el, sistema de adquisición de datos y control de los sensores.

Lagrange 1

Los expertos pondrán el Soho en un lugar muy especial: un punto situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, camino del Sol, donde está equilibrada la grave dad de ambos cuerpos celestes. Tardará cuatro meses en llegar a ese punto, denominado Lagrange 1, y se quedará allí en una órbita lenta a su alrededor siguiendo un recorrido en torno al Sol sincronizado con el de la Tierra.Desde allí enviará datos en un dominio que se combina a la perfección con las mediciones que realizarán los cuatro satélites de la misión Cluster, con la que forma uno de los pilares del programa científico Horizonte 2000 de la ESA.

Si el Soho estudia el flujo constante del viento solar, los Cluster darán información sobre como actúa éste cuando llega a las proximidades de la Tierra y choca contra la magnetosfera, una especie de escudo magnético que frena y deflecta esas partículas procedentes de la corona del sol.